TOTALMENTE PAGADO


Una tarde, un pequeño se acerco a su madre, que preparaba el almuerzo, 
y le entrego una hoja de papel en la que había algo escrito…..

Después de secarse las manos en el delantal, ella leyó lo que decía…

Por cortar el césped: 0.50
Por limpiar mi cuarto esta semana: 1.00
Por ir a hacer el recado en tu lugar: 0.50
Por cuidar a mi hermano mientras ibas de compras al mercado: 0.50
Por sacar la basura: 1.00
Por tener una libreta con buenas notas: 5.00
Por limpiar y barrer el patio: 2.00
Total : 10.50

La madre miro al niño con fijeza; él aguardaba, lleno de expectativa.

Entonces ella tomo lápiz, y en el dorso de la misma hoja escribió:

Por llevarte 9 meses en mi barriga: NADA
Por tantas noches de desvelo, curarte y rezar por ti: NADA
Por los problemas y el llanto que me has causado: NADA
Por el miedo y las preocupaciones que me esperan: NADA
Por las comidas, ropas y juguetes: NADA
Por limpiarte la nariz: NADA
COSTO TOTAL DE MI AMOR: NADA

Cuando el hijo terminó de leer lo que había escrito su madre, 
tenia los ojos llenos de lagrimas.

La miro a los ojos y le dijo:
—TE QUIERO MUCHO, MAMÁ…
Luego tomó el lápiz y escribió:
—TOTALMENTE PAGADO



EL TESORO DE LA VIDA


"El tesoro de la vida" 

Ya que no todos llegamos a los 90 años, merece la pena dedicar unos minutos a leer estas reflexiones, de una persona de esa edad, con las lecciones que le enseñó la vida.


La vida no es justa, pero aún así es buena.

La vida es demasiado corta para perder el tiempo lamentándose.

No cuestiones la vida, 
sólo vívela y aprovecharla al máximo hoy.

Tú trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. 
Tus amigos y tu familia sí. 
Mantente en contacto.

No tienes que ganar cada discusión. 
Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.

Llora con alguien. 
Alivia más que llorar sólo.

Haz las paces con tu pasado para que no estropees tu presente.

No compares tu vida con la de otros. 
No tienes ni idea de cómo es su travesía.

Si juntáramos nuestros problemas y viéramos todos los de los demás, 
nos quedaríamos con los nuestros.

No te Incumbe lo que otras personas piensen de ti. 
Ni te preocupes de eso.

La envidia es una pérdida de tiempo. 
Tú ya tienes todo lo que necesitas.

Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.

Enciende las velas, ponte la lencería cara, utiliza las sábanas más bonitas....
No las guardes para una ocasión especial.
Hoy es ese día especial.

Sal todos los días. 
Los milagros están esperando en todas partes.

No importa cómo te sientas.... 
arréglate y preséntate.

Cuando se trata de conseguir aquello que amas en la vida, 
no aceptes un "no" por respuesta.

Se excéntrico ahora. 
No esperes a serlo de viejo.

El órgano sexual más importante es el cerebro.

Perdónales todo a todos.

No te tomes nada tan en serio. 
El tiempo sana casi todo.

Por más buena o mala que sea una situación... 
algún día cambiará.

Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.

La vida no está envuelta en un lazo, 
pero continúa siendo un regalo.

Lo mejor está aún por llegar..... 
Fe y adelante.

"Los Amigos son la Familia que nosotros mismos escogemos”

(Regina Brett)


TIENES UNA AMIGA


TIENES UNA AMIGA 

Cuando estés triste 
y preocupad@
Y necesites algo 
de cuidado amoroso 
Y nada, nada esté bien 
Cierra tus ojos 
y piensa en mí 
Y pronto estaré ahí 
Para iluminar incluso 
tu noche más obscura 

Tu solo grita mi nombre 
Y tu sabes que 
donde sea que esté 
Vendré corriendo 
a verte otra vez 
Invierno, primavera, 
verano u otoño. 
Todo lo que tienes 
que hacer es llamar 
Y estaré ahí.
Tienes una amiga 

Si el cielo sobre ti 
Se hace más oscuro 
y se llena de nubes 
Y ese viejo viento del 
norte empieza a soplar 
Mantén la calma 
Y llámame en voz alta 
Pronto me escucharás 
golpeando a tu puerta 

Tu solo grita mi nombre 
Y tu sabes que 
donde sea que esté 
Vendré corriendo 
a verte otra vez 
Invierno, primavera, 
verano u otoño 
Todo lo que tienes 
que hacer es llamar 
Y estaré ahí 
¿No es bueno saber 
que tienes una amiga? 

Cuando la gente 
puede ser tan fría 
Te lastimarán 
y te abandonarán 
Y se llevarán 
tu alma si los dejas 
Oh, pero no los dejes 

Tu solo grita mi nombre 
Y tu sabes que 
donde sea que esté 
Vendré corriendo 
a verte otra vez 
Invierno, primavera, 
verano u otoño 
Todo lo que tienes 
que hacer es llamar 
Y estaré ahí 

Tienes una amiga

You got a friend - Carol King



EL DÍA QUE ME VOLVÍ INVISIBLE


No sé ni en qué día estamos. En esta casa no hay calendarios, y en mi memoria los días están hechos una maraña. Me acuerdo de esos calendarios grandes, unos primores, ilustrados con imágenes que colgábamos al lado del tocador...

Ya no hay nada de eso, todas las cosas antiguas han ido desapareciendo.
Y yo, yo también me fui borrando sin que nadie se diera cuenta.

Primero me cambiaron de cuarto, pues la familia creció. Después me pasaron a otra más pequeña aún, acompañada de una de mis biznietas. Ahora ocupo el cuarto de los trabajos, el que está en el patio de atrás.

Prometieron cambiarle el vidrio roto de la ventana, pero se les olvidó, y todas las noches por allí se cuela un airecito helado que aumenta mis dolores reumáticos.

Desde hace mucho tiempo tenía intenciones de escribir, pero me he pasado semanas buscando una pluma, y cuando al fin la encontraba, yo misma volvía a olvidar en dónde la había puesto.

A mis años, las cosas se pierden fácilmente, claro que es una enfermedad de ellas, de las cosas, porque yo estoy segura de tenerlas, pero siempre se desaparecen.


La otra tarde caí en la cuenta de que también mi voz ha desaparecido. Cuando les hablo a mis nietos o a mis hijos, no me contestan. Todos conversan sin mirarme, como si yo no estuviera con ellos, escuchando atenta lo que dicen.

A veces intervengo en la conversación, segura de que lo que voy a decirles no se le ha ocurrido a ninguno y que les van a servir de mucho mis consejos, pero no me oyen, no me miran, no me responden. Entonces, llena de tristeza, me retiro a mi cuarto antes de terminar de tomar la taza de café. Lo hago así de repente, para que comprendan que estoy enojada, para que se den cuenta de que me han ofendido y vengan a buscarme y me pidan disculpas.

Pero nadie viene.



El otro día les dije que cuando muriera entonces sí que me iban a extrañar. El niño más pequeño dijo: “¿Ah... es que tú estás viva, abuela?”. Les cayó tan en gracia que no paraban de reír. Tres días estuve llorando en mi cuarto, hasta que una mañana entró unos de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni los buenos días me dio.

Fue entonces cuando me convencí de que soy invisible.

Me paro en medio de la sala para ver si aunque sea estorbo, pero mi hija sigue barriendo sin tocarme. Los niños corren a mi alrededor, de un lado al otro, sin tropezar conmigo.

Cuando mi yerno se enfermó, tuve la oportunidad de serle útil: le llevé un té especial que yo misma preparé. Se lo puse en la mesita y me senté a esperar que se lo tomara. Sólo que estaba viendo la televisión y ni un parpadeo me indicó que se daba cuenta de mi presencia. El té, poco a poco se fue enfriando. Mi corazón también.

Un viernes se alborotaron los niños y me vinieron a decir que al día siguiente nos iríamos todos de día de campo. Me puse muy contenta ¡Hacía tantos años que no salía, y menos al campo! Entonces el sábado fui la primera en levantarme. Quise arreglar mis cosas así que me tomé mi tiempo para no retrasarlos.

Al rato entraban y salían de la casa corriendo y echaban bolsas y juguetes al coche. Yo ya estaba lista y, muy alegre, me paré en el zaguán a esperarlos. Cuando arrancaron y el auto desapareció envuelto en el bullicio, comprendí que yo no estaba invitada, tal vez porque no cabía en el coche o porque mis pasos tan lentos impedirían que todos los demás corretearan a gusto por el bosque.

Sentí clarito cómo mi corazón se encogió. La barbilla me temblaba como cuando uno ya no aguanta las ganas de llorar.

Vivo con mi familia y cada día me hago más vieja, pero cosa curiosa, ya no cumplo años.

Nadie me lo recuerda. Todos están tan ocupados. Yo los entiendo, ellos sí hacen cosas importantes. Ríen, gritan, sueñan, lloran, se abrazan, se besan. Yo ya no sé a qué saben los besos. Antes besuqueaba a los chiquitos, era un gusto enorme el que daba tenerlos en mis brazos como si fuesen míos. Sentía su piel tiernita y su respiración dulzona muy cerca de mí. La vida nueva se me metía como un soplo y hasta me daba por cantar canciones de cuna que nunca creía recordar...
Pero un día mi nieta, que acababa de tener a su bebé, dijo que no era bueno que los ancianos besaran a los niños, por cuestiones de salud.

Ya no me les acerqué más, no fuera ser que les pasara algo malo a causa de mis imprudencias. ¡Tengo tanto miedo de contrariarlos!

Ojalá que el día de mañana, cuando ellos lleguen a viejos... Sigan teniendo esa unión entre ellos para que no sientan el frío ni los desaires.

Que tengan la suficiente inteligencia para aceptar que sus vidas ya no cuentan, como me lo piden.
Y Dios quiera que no se conviertan en "viejos sentimentales que todavía quieren llamar la atención".
Y que sus hijos no los hagan sentir como bultos para que el día de mañana no tengan que morirse estando muertos desde antes... como yo.
¡Vamos a cuidar a nuestros mayores!

De: Silvia Castillejos Peral



LAS SIETE REGLAS DE "PARACELSO"



Las 7 reglas de Paracelso para una vida con sentido

Paracelso: médico, alquimista, viajero y erudito heterodoxo.
Dejó formuladas 7 reglas para una vida con sentido que se adelantan significativamente a su tiempo. 
Confirman que los antiguos conocían perfectamente la relación entre cuerpo y psique mucho antes que la moderna psico-inmunología demostrase los efectos bioquímicos de las emociones en nuestra salud. 

En sus reglas, Paracelso habla de una salud holística, de la importancia de los pensamientos positivos y de estar conectados con nuestro interior, del valor del silencio y la discreción, como también afirmaba Sócrates en sus tres tamices, de la confianza en la vida y por supuesto, de ser buenas personas. 
  • La suerte no existe y el destino depende de los propios actos y pensamientos. 
  • Cuando el alma está fuerte y limpia, todo sale bien.
  • Jamás creerse solo, ni débil.
  • El único enemigo a quien se debe temer es a uno mismo.
  • El miedo y la desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas energías y con ellas el desastre.
 Sabias palabras del siglo XV, perfectamente aplicables al mundo del siglo XXI


1. Lo primero es mejorar la salud

Decía que para ello hay que respirar profunda y rítmicamente al aire libre, llenando bien el abdomen. 
Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más completo posible, evitar el alcohol, el tabaco y la automedicación.

2. Desterrar absolutamente del estado de ánimo, por más motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza ...

Debe huirse de toda ocasión de tratar a personas negativas, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas, vulgares; que la base de sus ocupaciones y conversaciones sean tópicos, no éticos ni morales. 
Esta regla es de importancia decisiva, por cuanto se trata de cambiar la contextura espiritual del alma. 
La suerte no existe y el destino depende de los propios actos y pensamientos.

3. Hacer todo el bien posible

Ayudar a los demás siempre que se pueda sin relegarse uno mismo.
Cuidar las propias energías y huir de todo sentimentalismo hueco.

4. Olvidar toda ofensa, más aún: esforzarse por pensar bien siempre

Por ejemplo, todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior. Hay que destruir todas las capas superpuestas de viejos hábitos, pensamientos y errores que enmascaran la profunda esencia del ser, que es perfecta.

5. Recogerse todos los días, por lo menos media hora, en donde nadie pueda perturbar.

Explica que eso fortifica enérgicamente el cerebro y pone en contacto con las buenas energías. En ese estado de recogimiento y silencio, suelen surgir a veces ideas luminosas, que con el tiempo uno se llega a percatar que fueron un elemento fundamental para la solución de problemas. Y es que ellas brotan de esa dimensión profunda y honda del ser humano a la que Sócrates llamaba daimon.

6. Guardar silencio de todos los asuntos personales

Abstenerse de referirse a los demás todo cuanto se piense, se oiga o se descubra, hasta tanto se verifique, compruebe o se tenga la completa certidumbre.

7. Jamás temer a los seres humanos, ni que inspire sobresalto la palabra “mañana”

Cuando el alma está fuerte y limpia, todo sale bien. 
Jamás creerse solo, ni débil. 
El único enemigo a quien se debe temer es a uno mismo. 
El miedo y la desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas energías y con ellas el desastre. 

Si se estudia atentamente a las personas triunfadoras, se verá que intuitivamente observan gran parte de las reglas que anteceden. Por otro lado, la riqueza no es sinónimo de dicha. Puede ser uno de los factores que conduzcan a ella, por el poder que ofrece para hacer buenas obras; pero la dicha más duradera solo se consigue por otros caminos; allí donde nunca impere el mal, cuyo verdadero nombre es egoísmo. Jamás debe quejarse uno de nada, hay que dominar los sentidos; huir tanto de la autocompasión como de la vanidad. 
La autocompasión sustrae fuerzas y la vanidad las paraliza.

Paracelso



LA CRITICA


Vivimos tiempos en los que la crítica severa, el menosprecio y el insulto están a la orden del día.

Conviene entender lo que Buda enseñó sobre quienes insultan, calumnian o te critican en la vida, en el trabajo, o por lo que eres.


En una ocasión, estando Buda junto a varios de sus discípulos en una aldea remota llevando a cabo labores de ayuda a los más necesitados, ocurrió lo siguiente: 
Alojado en un monasterio junto a los suyos, aceptando la hospitalidad de quienes le acogían y comiendo lo que le daban así como durmiendo donde se le asignaba, su más cercano ayudante Ánanda, le comunicó que en el pueblo habían comenzado a oírse rumores sobre él. La gente le criticaba. Buda, no se inmutó. 
Pasaron los días y los rumores se convirtieron en duros ataques verbales contra él y su causa. 
Ánanda, de nuevo acudió a su Maestro para informarle que muchas personas le insultaban cada vez más duramente. 
Eran unas injurias tremendas que tenían como objetivo acongojarle para que se marchara de la aldea y dejase de auxiliar a los mendigos. 
Procedían los insultos y las calumnias de personas con interés en que la doctrina de ayuda y paz de Buda no calara en las mentes de los aldeanos. 
De nuevo Buda, permaneció impasible, continuando con sus labores diarias de alimentar a todo el que se lo pedía, y curar a quien necesitaba reposo y sanación. 

Al cabo de una temporada, el ánimo de Ánanda comenzó a quebrarse pese a ser el más cercano discípulo del Maestro y acudió a él de nuevo para informarle de cuanto se decía de él. De cuántas mentiras se propagaban por la aldea y de las feroces críticas que seguían levantándose hacia su causa, su persona y su pensamiento. 
Buda, le preguntó a Ánanda: "¿Qué clase de personas son las que me insultan?".
El discípulo se mostró confundido y le contra preguntó a su Maestro: 
"Querrás decir, Maestro, ¿qué tipo de insultos te dedican?".
Buda, con una leve sonrisa corrigió a Ánanda: 
"No, amigo mío.Quiero saber qué clase de personas son las que me insultan, porque las palabras no tienen más que el valor de quienes las pronuncian".
El discípulo comenzó a comprender. 
Pero Buda, continuó,aprovechando todo lo que estaba sucediendo para transmitir su enseñanza. 
Y dijo: "¿No ves amigo mío, que las palabras no pueden hacerte daño?, 
¿No ves que no son más que aire?"
Ánanda, sabiendo que estaba recibiendo una enseñanza práctica, quiso profundizar, poniendo a su Maestro un poco más a prueba:
"Eso lo entiendo Maestro, pero las personas emplean esas palabras para herirnos".
Buda comprendió la preocupación de su discípulo y quiso ayudarle justo como él pedía con sus preguntas. 
Y habló así: "Dime Ánanda, ¿Por qué pronuncias la palabra "azul" para describir el cielo, cuando el cielo está azul?"
El ayudante de Budha, contestó: "Porque en ese momento conozco el color del cielo y lo llamo azul".
Buda sentenció su enseñanza en ese instante: "De manera que para poder emplear una palabra para describir algo o a alguien hay que conocer primero el significado de eso dentro de nosotros, ¿no?".
"Sí, así es" concluyó lógicamente Ánanda.
"En ese caso, querido amigo, si alguien me llama "mentiroso" es porque previamente tiene que conocer qué significa ser un mentiroso. Y si alguien me insulta, ha de conocer dentro de sí mismo lo que ese insulto significa. 
Querido Ánanda, aprende esto:

CUANDO ALGUIEN TE INSULTA O TE CRITICA, NO ES A TI A QUIEN ESTÁ DESCRIBIENDO. ESTÁ DESCRIBIENDO LO QUE CONOCE DENTRO DE SÍ MISMO. LA PERSONA QUE INSULTA SE DESCRIBE A SI MISMA".



REFLEXIÓN


Muchas veces tenemos miedo... 

Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. 
Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. 
Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. 
Decimos que no, 
cuando queremos decir que sí. 
Nos callamos cuando queremos gritar 
y gritamos con todos cuando deberíamos cerrar la boca. 

¿Por qué? Si sólo vivimos una vez, 
no hay tiempo para tener miedo. 
Entonces basta. Atrévete, 
olvídate de que te están mirando. 
Intenta la jugada imposible, corre el riesgo. 
No te preocupes por ser aceptado. 
No te conformes con ser uno más. 
Nadie te ata. 
Nadie te obliga.
Muchas veces, esperamos que las cosas sucedan, 
y nos olvidamos de lo más importante: 
creer en nosotros mismos... 
Nos conformamos en vez de arriesgarnos. 
Nada está escrito. 
Nada está hecho. 
Ni siquiera lo imposible. 
Todo depende de decir "puedo" ante cada desafío. 
Cuando estamos decididos, tenemos más poder... 
Cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo, 
los obstáculos son menores... 
Despierta!!. 
Tienes 206 huesos y más de 700 músculos esperando. 
Sólo falta tu decisión, tus ganas de jugar como nunca. 
Pide la pelota, exígete más; vive sin domingos. 
Corre cada día un poco más lejos. 
Salta cada día un poco más alto. 
Conviértete en tu propio ídolo. 
Súmate a dar vuelta el marcador. 
Cuando no esperes nada de los demás. 
Cuando sientas que cada tanto depende de ti, 
tu espíritu se fortalecerá. 
Y poco a poco, las voces se convertirán en ovación. 
Tus respiros se llenarán de logros y tu vida de sentido. 
Están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas. 
Los que siguen jugando cuando se les acaba el aire. 
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido. 
Como si cada vez fuera la última. 
Convencidos de que la vida misma es un desafío, 
sufren pero no se quejan. 
Porque saben que el dolor pasa, el sudor se seca 
y el cansancio termina. 
Pero hay algo que nunca desaparecerá: 
la satisfacción de haberlo logrado. 
En sus cuerpos corre la misma sangre. 
Lo que los hace diferentes es su espíritu, 
la determinación de alcanzar la cima; 
una cima a la que no se llega superando a los demás, 
sino superándose a sí mismo. 
Tiempo sobra para los mediocres, 
pero tiempo falta para realizar tus sueños!

(Desconozco el autor)



NO ME ARREPIENTO DE NADA


"No me arrepiento de nada"

Desde la mujer que soy, 
a veces me da por contemplar 
aquellas que pude haber sido; 
las mujeres primorosas, 
hacendosas, buenas esposas, 
dechado de virtudes, 
que deseara mi madre.

No sé por qué 
la vida entera he pasado 
rebelándome contra ellas. 
Odio sus amenazas en mi cuerpo. 
La culpa que sus vidas impecables, 
por extraño maleficio, 
me inspiran. 

Reniego de sus buenos oficios; 
de los llantos a escondidas del esposo, 
del pudor de su desnudez 
bajo la planchada y almidonada ropa interior.

Estas mujeres, sin embargo, 
me miran desde el interior de los espejos, 
levantan su dedo acusador 
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche 
y quiero ganarme la aceptación universal, 
ser la "niña buena", la "mujer decente" 
la Gioconda irreprochable. 
Sacarme diez en conducta 
con el partido, el estado, las amistades, 
mi familia, mis hijos y todos los demás seres 
que abundantes pueblan este mundo nuestro.

En esta contradicción inevitable 
entre lo que debió haber sido y lo que es, 
he librado numerosas batallas mortales, 
batallas a mordiscos de ellas contra mí 
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma- 
transgrediendo maternos mandamientos, 
desgarro adolorida y a trompicones 
a las mujeres internas 
que, desde la infancia, me retuercen los ojos 
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños, 
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable, 
que se enamora como alma en pena 
de causas justas, hombres hermosos, 
y palabras juguetonas. 
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada, 
e hice el amor sobre escritorios 
-en horas de oficina- 
y rompí lazos inviolables 
y me atreví a gozar 
el cuerpo sano y sinuoso 
con que los genes de todos mis ancestros 
me dotaron.

No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones. 
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf. 
Pero en los pozos oscuros en que me hundo, 
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos, 
siento las lágrimas pujando; 
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo, 
blandiendo condenas contra mi felicidad. 
Impertérritas niñas buenas me circundan 
y danzan sus canciones infantiles contra mí 
contra esta mujer 
hecha y derecha, 
plena.

Esta mujer de pechos en pecho 
y caderas anchas 
que, por mi madre y contra ella, 
me gusta ser.

(Giocoda Belli)


Uno no Escoge

Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.

Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.

Nadie puede evadir su responsabilidad.

Nadie puede taparse los ojos, los oídos,
enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir,
una historia que nacer
una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo:
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.

(Gioconda Belli)



LA SOMBRA


Un aspirante espiritual cubrió una gran distancia para visitar a un Yogui que vivía en la jungla.
Se presentó ante él y le rogó:
-Instruirme espiritualmente, señor. Necesito sus enseñanzas porque mi mente está sumida en una gran confusión y siento intranquilidad y zozobra.
El Yogui le indicó: -Ve allí donde puedas recibir los rayos solares y dime si proyectan la sombra de tu cuerpo contra el suelo.
El aspirante caminó hasta llegar a un claro en la jungla y poder recibir los rayos del sol en su cuerpo. Tuvo ocasión de contemplar cómo la sombra de su cuerpo se extendía sobre el suelo.
Volvió junto al maestro y le dijo: -Sí, ya he contemplado la sombra que proyecta mi cuerpo.
-Pues ahora -dijo el Yogui-, desnúdate, exponte de nuevo a los rayos del sol y dime si tu cuerpo proyecta sombra o no.
De nuevo el discípulo llegó hasta el claro. Se desnudó y se expuso a los rayos del sol, comprobando que su cuerpo proyectaba, como antes, la sombra.
Regresó junto al Yogui, que le preguntó:
-A pesar de estar desnudo, ¿ha proyectado tu cuerpo la sombra?
-Efectivamente, maestro, así ha sido.
El Yogui dijo: -Del mismo modo que, sea vestido o desnudo, tu cuerpo proyecta su sombra y tú puedes ser testigo de ello, trata de mantenerte como testigo de tu cuerpo y de tu mente, así como de sus procesos, en cuanto el momento te sea posible y, paulatinamente te irás desligado y te situarás más allá de la sombra del cuerpo y más allá de la sombra de tu mente. Encontrarás la serenidad y la lucidez que ahora te faltan.


El cuidado del cuerpo y de la mente no debe entrañar apego, aferramiento e identificación.
Se les atiende debidamente, lo mejor posible, pero sin ligarse a ellos de tal manera que perdamos nuestra identidad exterior.

En todos nosotros operan como una riada los incesantes procesos psicofísicos, pero como señala una antiquísima instrucción, «el espectador no tiene que ser necesariamente el espectáculo».

Es una práctica saludable aprender a desligarse y mantener la presencia del observador más atento e inafectado, más lúcido pero sosegado: la mente alerta; la mente serena.

Desligarse de preocupaciones, problemas, obsesiones, pensamientos intrusos y dolientes, procesos psicosomáticos, es desplazarse de la superficie de la circunferencia a su centro, de la parte externa de la rueda que gira sin cesar a su buje. Aprende uno a gobernar sus pensamientos y ser más que éstos. 
Vienen y parten, como olas que acuden y se alejan de la playa, como nubes que cruzan el firmamento y no lo arrastran tras de sí. 

La técnica de volverse, sobre todo en situaciones enajenantes, observador atento pero ecuánime, reporta equilibrio y nos hace psíquicamente muy flexibles, menos frágiles.

Se trata de mantener la luz de la conciencia y la presencia de sí, pero evitando contracciones y reacciones innecesarias que nos alteren; hacer gala de una atención plena y sosegada, ante las circunstancias favorables y las desfavorables, ganando quietud incluso en los momentos más perturbadores y sabiendo desprenderse de pensamientos y emociones perniciosos. 
Así se va uno desvinculando de las propias ataduras y frenos, para que emerja una energía más fluida, armónica, expansiva y abierta. Uno «cabalga» sobre el proceso en lugar de que el proceso «cabalgue» sobre uno.

Extraído de: "El libro de la serenida" de: Ramiro A. Calle



LA VECINA MALVADA


Cuentan que un día, una hija adolescente le dijo a su padre: No soporto más a la vecina, siempre se esta metiendo con lo que visto, con lo que hago, que si salgo que si entro, mis amistades... ¡es que la mataría!

El padre que tenía una droguería le contestó entonces: bueno, si es tu deseo, tengo la solución... si de verdad quieres hacerlo, te daré un spray con veneno para que lo eches por la rendija de la puerta cada noche y en pocas semanas, conforme lo vaya respirando muera.

Pero seria bueno para alejar sospechas, que mientras tanto, hablaras con ella, te hicieras su amiga, la cuidaras, le ayudaras a subir la cesta de la compra y la invitaras a merendar algún día, en suma hacer las paces con ella para que si la policía preguntase a los vecinos nadie sospechara de ti.

Esta bien papá, lo haré, contestó la hija... y empezó a escucharla mas, a compartir con ella alguna que otra confidencia, a ser mas gentil, ayudarla en sus quehaceres, hacerle compañía... todo ello mientras, una noche tras otra, iba echando el veneno por debajo de la puerta...

Un día, cuando llevaba un par de semanas haciendo eso, acudió alarmada a su padre: Papá, papá... ¿morirá la vecina con lo que le he echado?, ¿que podemos hacer para cortar el efecto del veneno? 


Me parece una persona agradable, hasta simpática, me ha dado dinero para el cine, me ha preguntado por como me van las cosas y ya no quiero que muera, ¡hay que hacer algo!

A lo que contestó el padre: No te preocupes, no morirá, el spray que te di era solo ambientador, el veneno solo estaba en ti y ahora lo has sacado de tu vida...



Cuando alimentamos rencores, morimos poco a poco. 
Aprendamos a hacer las paces con nuestros enemigos y a tratar a los demás como queremos ser tratados. 

Al tomar la iniciativa de dar, servir y regalar, sin esperar ser correspondidos, el amor aparecerá en el corazón arrojando el veneno del rencor y el resentimiento de nuestro cuerpo.



ACEPTAR


En todos los juicios que yo hago sobre ti, 
hay un juicio sobre mí mismo... 
Y ambos son igualmente ciertos o falsos. 

Mientras piense que yo estoy en posesión de la verdad 
y tú no lo estás, crearé separación, desigualdad 
y estableceré las bases para que el sufrimiento se instale en mi vida. 

Lo mismo ocurre si pienso que tú posees la verdad y yo no.
La realidad es que ambos poseemos una parte de la verdad y una parte de ilusión.

Cuando sentimos que la otra persona nos acepta tal y como somos, 
tenemos la motivación para adaptarnos el uno al otro. 

Adaptarse es hacerle al otro un lugar junto a nosotros; 
es no imponerse ni que se nos impongan.

Cuando te contemplo como a un igual 
y no como a alguien que precisa ser educado, reformado o determinado, 
el significado de nuestra relación se revela por sí mismo

Del libro "El Despertar" de: Raúl Ferrini



DIFAMACIÓN


Una alumna de un colegio faltó a clases por una semana, y otra compañera empezó a decir que la primera no asistía a clases porque estaba embarazada y se estaba practicando un aborto.

La maestra escuchó los comentarios y llamó a la muchacha a su oficina, y le dijo: "Por favor, tráeme un vaso de agua bien lleno". La estudiante se lo trajo.

La maestra le dijo: "Tira toda el agua al piso". La muchacha titubeó, pero al final obedeció.

Después de derramada el agua en el suelo, la maestra le dijo: "Ahora, recoge el agua del piso y ponla en el vaso".

"No se puede", dijo la alumna. 


La maestra le repitió: "Hazlo".

La alumna, con paños y servilletas, recogió todo lo que pudo y así llegó a llenar medio vaso de agua, y estaba sucia.

La maestra le dijo a la alumna: "Así es como ha quedado la fama y el honor de tu compañera".

-"Aún cuando quieras reparar el mal que haz hecho, no podrás hacerlo totalmente".

-"Tu compañera faltó a clases porque estaba en el entierro de su padre que ha fallecido".


Con cuánta facilidad, hablamos sin saber verdaderamente la realidad de las cosas y sobretodo desconociendo, la esencia sagrada de las personas que nos rodean…

Qué inconsciencia tan grande, hacernos eco de rumores malsanos y destructivos, seamos más humanos, seamos más personas!.


POEMAS


(Pintura de Felipe Juan Pérez Reyes)"

AL NIÑO"
Y es con la luna amiga de los luceros
que dormimos a nuestros niños.
Cuando es para las madres algo como un mundo nuevo.
Y en la orilla de los crepúsculos, les traemos al corazón,
temerosa de que se rompa, 
aquella cosita hermosa que nos ha venido del Cielo.
Dulce y alegre es la sonrisa de un niño. 
Gondoleros de nuestra alma.
Llevándonos siempre por infinitos senderos.
El viento arrastra mi pensamiento, hacia el niño solitario, 
jugando con su propia sombra olvidado en la penumbra del sueño. 
Viviendo bajo las olas del viento.
Como rama desterrada desde la vena de un lirio.
Buscando brumas humanas, recostado en tierra dura,
con las estrellas por manto sin el surco humano de recibir el primer beso,
regreso a la cuna donde duerme mi nieto y le estrecho fuertemente
como si en ellos sintiera que los niños olvidados, están bajo mis brazos. 
Eternamente arropados.

Poema de: Olga González de Servando 

(Pintura de Felipe Juan Pérez Reyes)

"Es un Ángel"

Es un niño diferente,
se le nota en la mirada
infantil y expresiva
donde se oculta su drama.

Nos quiere enseñar su mundo;
más, no encuentra las palabras
y nos muestra su sonrisa
tan limpia...,tan sana.

Algo bulle en su cabeza...,
sonríe....,sonríe y mira...
Y de sus ojos se escapan
como dos palomas blancas
los sentimientos más puros
que germinan en su alma...

No es un niño...,
no es un hombre...
Es un ángel
que por este mundo pasa,
aunque la sociedad quiera
hacerlo pasar por NADA.

Poema de: María Jesús Lozano Cáceres

(Pintura de Felipe Juan Pérez Reyes)

"A los Niños"

El es, el recipiente limpio y puro,
de esperanza, inocencia y armonía.
El proyecto de ayer, hecho futuro,
el misterio insondable, para algunos
cuando ven el amor tornarse en vida.

El es, lo que soñamos un momento,
al arrullo de un mar de fantasía,
es la nota que llena con su acento,
el abrazo sutil, el dulce encuentro,
de un aliento de Dios y una poesía.

Poema de: Pedro Callicó

(Pintura de Felipe Juan Pérez Reyes)