Cuando se aprenden las lecciones ya no duelen, solo crecemos y sentimos que lo que se ha sufrido, ha sido para ser más grande, más sabio y más consciente.
Esa sabiduría que ha brotado del dolor y del sufrimiento ha venido de un “porque” de “un donde” y de “un cuando”.
Ya hasta ese vacío que nos deja, se convierte en un resurgir de formas bellas, que de nuevo en nosotros florecen.
(Inés Estela)
QUE DIFICIL NOS RESULTA A VECES CUANDO ESTAMOS PASANDO POR EL PROCESO ASIMILAR TODO ESTO. PERO TIENES RAZON AL FINAL APRENDEMOS GRANDES LECCIONES!!
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