En todos los juicios que yo hago sobre ti,
hay un juicio sobre mí mismo...
Y ambos son igualmente ciertos o falsos.
Mientras piense que yo estoy en posesión de la verdad
y tú no lo estás, crearé separación, desigualdad
y estableceré las bases para que el sufrimiento se instale en mi vida.
Lo mismo ocurre si pienso que tú posees la verdad y yo no.
La realidad es que ambos poseemos una parte de la verdad y una parte de ilusión.
Cuando sentimos que la otra persona nos acepta tal y como somos,
tenemos la motivación para adaptarnos el uno al otro.
Adaptarse es hacerle al otro un lugar junto a nosotros;
es no imponerse ni que se nos impongan.
Cuando te contemplo como a un igual
y no como a alguien que precisa ser educado, reformado o determinado,
el significado de nuestra relación se revela por sí mismo
Del libro "El Despertar" de: Raúl Ferrini
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