EL DUELO "RECONOCIMIENTO Y ACEPTACIÓN"


   Una vez que hemos pasado por la conmoción, la negación, el dolor, el resentimiento y la ira, avanzaremos hasta una etapa de reconocimiento y aceptación de la muerte. Es el primer paso para devolver un poco de equilibrio a nuestra vida. 
Aceptar la muerte de un ser querido no significa que la aprobemos. Simplemente, vemos la situación de un modo realista. Entendemos que ha fallecido, que no volveremos a verlo físicamente. Sin embargo, nos reuniremos con él cuando nos llegue el turno de pasar a los reinos espirituales. 

   Una pérdida es una pérdida y no tiene remedio. La cantidad de dolor que experimentes será directamente proporcional a la intensidad del amor que te inspiraba la persona. Pero es importante comprender que al sentir tu dolor, te estás curando. Ya recobrarás las fuerzas; entonces volverás a la vida y continuarás con el aprendizaje para el que viniste.




SOLUCIONAR ASUNTOS PRÁCTICOS


   Además de elaborar una pérdida, también es importante establecer cierto orden en la vida diaria desde el punto de vista económico y práctico. No temas pedir ayuda a un pariente o amigo en este aspecto. Quizá pueda ayudarte mucho más de los que imaginas.
En estos momentos tendrás que ocuparte de todos los asuntos legales que conllevan.

CONTINUAR


   Cuando el Sol se pone, también vuelve a salir. Has pasado por un increíble período emocional, que por momentos pareció insoportable y te quitó las ganas de seguir adelante. Sin embargo, ha llegado el momento en que estás dispuesto a evaluar tu vida y seguir andando. Se inicia un nuevo capitulo de tu existencia. 


   Ahora te encuentras en el momento perfecto para buscar orientación en un grupo de apoyo. Los miembros que lo componen han pasado por una perdida similar y como tú, están sufriendo. Todos necesitamos ayuda para poner nuevamente la vida en marcha. Lo importante es no tener miedo de pedir ayuda.


   Es importante practicar algún deporte, actividad que te mantenga ocupado, a fin de mantener la mente alerta, el cuerpo en buena forma y las emociones en equilibrio. 


   El duelo y la curación no se producen de la noche a la mañana; no hay manera de calcular tiempo que necesita cada uno para iniciar personalmente una nueva vida. Siempre estarás rodeado de tus seres queridos, aunque no notes su presencia. Siempre tendrás la felicidad y la alegría de los recuerdos que te dejaron. No desprecies esos recuerdos, pues son tan especiales como las experiencias que les dieron origen.




CUÍDATE

   Es importante comprender que habrá retrocesos e inconvenientes; por eso es necesario vigilar los sentimientos y los cambios del humor, Por ejemplo: Muchas personas vuelven a la negación, a no creer que se haya producido la muerte. Ciertos individuos no pueden salir de esa etapa, entonces pueden mostrar algún tipo de conducta autodestructiva. Debes estar alerta a las siguientes señales; si se prolongan mucho, hace falta ayuda profesional. 

  • -Algunos albergan ideas extremas. Esto es común al principio, pero si una persona insiste en buscar el modo de llevarlo a cabo, hay luz roja. Busca asistencia preventiva. 
  • -Al principio puede ser necesario tomar alguna medicación, como sedantes o antidepresivos. En estos casos se requiere una vigilancia atenta, pues es muy fácil caer en la dependencia de esas drogas. A veces una persona trata de pasar por encima del dolor y del trauma. Se requiere la asistencia regular de un profesional. Cuando antes se abandone la medicación, antes se levantará la bruma y será posible iniciar el proceso de curación. 
  • -Si alguien se mantiene completamente ajeno a sus actividades normales, si da nuestras de obsesión o se mantiene a solas, deprimido por largos períodos, es hora de buscar a un profesional especializado en duelos. Un especialista puede ayudarnos a regresar a la realidad.


   Aunque el proceso del duelo es doloroso, forma parte de la experiencia de vida por la que todos debemos pasar. Todos sufriremos la pérdida de algún ser querido. Es preciso comprender que sobreviviremos.

   Aunque ahora no puedas verlo, la tierra necesita de tu luz. No hay nadie en el mundo como tú, porque eres en verdad único. ¡La gente te necesita! 

En un momento de pérdida, puede experimentar una sensación de culpa autoimpuesta, de inutilidad. Tal vez pienses: “Si yo hubiera hecho esto o lo otro...” No tienes por qué maltratarte así. ¡No caigas en eso! Debes comprender que el dolor te ayuda a ser más solidario con otros que están en situación similar. Algún día podrás ayudar a otra persona que esté elaborando su duelo. La perdida que sufres, por grande que sea, no puede compararse con la grandeza que hay en ti.

   Se bueno contigo mismo date un buen abrazo. Exprésate lo mucho que te amas y te agradeces el estar vivo, con la fuerza y el valor necesarios para realizar esa increíble aventura llamada vida.






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