"SERENARE"


SERENARE

En la espera sutil por los aciertos
esos que llegan en la siesta del alma
cuando cansada reclina su fe en la almohada
y deja que el mundo sea como quiera
porque entendió en la sobremesa
que el mundo es como es y que ella
no puede más que comprender
y acaso sólo acaso también agradecer
no ser ciega a ese misterio
que somos todo lo que podemos ser
si poder es todo lo que logra el deseo
y así llanamente se desteje la tarde
mientras el alma despereza serena
y a esta hora de contento llega
así con toda la sutileza y sin leva
observando la paz que surge a borbotones
desde esa fuente que abrió en sus venas.


De: Carmen Soriano López 

(Todos los derechos reservados)


Un homenaje que deseo hacer a mi amiga escritora y poeta. Admiro su profundidad. 
Con gran cariño hacia ella.


AMOR ENTRE LA TIERRA Y EL CIELO


Amor... entre la tierra y el cielo. 
Amor sin olvidos, amor del recuerdo, 
amor de mis ojos, 
amor sin tiempo 
en el alma protegido. 
Enamorado amor, 
que viajas con el viento, 
amor que llega 
con el perfume de las flores, 
amor que viene desde lejos. 
Amor naciendo en tus otoños 
y culminando en mis primaveras, 
amor que surcó los mares
 y se hace grande con las olas, 
amor oceánico, amor recurrente, 
amor... ¿quién pudiera tenerte? 
y hacerte mio a todas horas. 
Amor que partiste un día 
dejando tu impronta en mi sangre 
y en mi boca. 
Amor que no muere, 
que vive sin derrotas, 
que espera y te espera, 
amor ¿quien pudiera? 
quien supiera del paso del tiempo 
hacer un altar dedicado a tu memoria. 
Amor separados por dos mundos, 
amor que se encarnó despacio, 
poco a poco como un sorbo del paraíso 
todavía degusto en mis silencios, 
en tus ausencias, 
horadando la carne 
y naufragando en mi sangre. 
Amor ¿quién te ha sentido?... 
¿quién te ha vivido?... 
¿Quién te ha amado como yo? 
quien, a pesar de la distancia, 
del mar y su letanías, 
del castigo de los continentes te pudiera tener, 
como se cultiva una rosa, 
como se adoran las prosas, 
destrozando los límites, 
despojando de penas el horizonte. 
¡Ay amor!, 
que no eres desde mundo, 
ni de esta tierra, 
ni de este tiempo, 
ni del mar, ni del cielo.

Autor: Miguel E. García Salguerro (Errante Peregrino)



EL PAN TOSTADO


Después de un largo y duro día en el trabajo, mi mamá puso un plato de salchichas y pan tostado muy quemado frente a mi papá.
Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba.
Sin embargo, aunque mi padre lo notó, alcanzó un pan tostado, sonrió a mi madre y me preguntó cómo me había ido en la escuela.
No recuerdo lo que le contesté, pero sí recuerdo verlo untándole mantequilla y mermelada al pan tostado y comérselo todo.




Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los panes tostados muy quemados.
Nunca voy a olvidar lo que le dijo: "Cariño no te preocupes, a veces me gustan los panes tostados bien quemados".

Más tarde esa noche, fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los panes tostados bien quemados.
Él me abrazó y me dijo estas reflexiones:”tu mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada y además – un pan tostado un poco quemado no le hace daño a nadie”.

La vida está llena de cosas imperfectas y gente imperfecta.
Aprender a aceptar los defectos y decidir celebrar cada una de las diferencias de los demás, es una de las cosas más importantes para crear una relación sana y duradera.
Un pan tostado quemado no debe romper un corazón.
La comprensión y la tolerancia es la base de cualquier buena relación.
Sé más amable de lo que tú creas necesario, porque todas las personas, en éste momento, están librando algún tipo de batalla.
Todos tenemos problemas y todos estamos aprendiendo a vivir y lo más probable es que no nos alcance la vida para aprender lo necesario.
El camino a la felicidad no es recto.

Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semáforos llamados AMIGOS, luces de precaución llamadas FAMILIA, y todo se logra si tienes una llanta de repuesto llamada DECISIÓN, un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado FE, abundante combustible llamado PACIENCIA, pero sobre todo un experto conductor llamado ¡DIOS!.



(Desconozco el autor)



LIBRE DE LA GENTE


ELECCIONES ENGAÑOSAS

   Ser libre de la gente no quiere decir encerrarnos en una burbuja y no tener contacto con nada que tenga que ver con las personas, sino elegir con quiénes hemos de relacionarnos. La mayoría de los problemas que se nos presentan a diario son interpersonales: una discusión con un jefe, un entredicho con nuestra pareja antes de salir para el trabajo, una negativa que debimos darle a nuestros hijos, un intercambio de palabras con un profesor; siempre hay individuos involucrados.
Tanto sea en el conflicto como en la solución de los inconvenientes, habrá personas de por medio.
   Hasta en las mismas emociones que viven-ciamos y que recordamos, buenos y malos momentos, hay personas involucradas. Las heridas tienen un rostro y ese rostro tiene un "nombre".
   Sin embargo, ninguno de estos recuerdos ni emociones que vienen a nuestra mente debe ser un impedimento para alcanzar nuestros sueños. El ser humano es un ser social, y como tal, necesita relacionarse con pares.
   El hecho es que muchas veces fallamos, confiamos y nos apegamos a personas que no sumarán, sino que, por el contrario, tratarán por todos los medios boicotear nuestro sueño. Por eso es que podemos decir: "Dime con quién andas y te diré adonde llegarás".
   Nuestra meta es poder elegir eficazmente a quienes nos acompañarán en el camino hacia nuestros sueños. Son las conexiones y personas de oro que potenciarán nuestras capacidades al cien por cien.



VOCES EXTRAÑAS

   La comunicación es parte esencial de nuestra vida; todo el tiempo estamos comunicándonos con los otros, y la mayoría de las veces lo hacemos a través de las palabras. Si llegamos a una estación de servicio y necesitamos combustible, le pediremos a la persona que trabaja en ese lugar que lo haga, si necesitamos dar una orden en el lugar de trabajo se requerirá de un emisor y de un receptor que den y reciban esa orden... Y así podemos seguir dando ejemplos: la maestra necesita tener a alguien a quien enseñar para poder ser y sentirse "docente"; de lo contrario, sin receptores, el conocimiento quedará solamente en ella.
   Así es como funciona la comunicación: uno habla y otro escucha y recibe la información. No siempre será un diálogo, a pesar de que seamos dos o más personas las que estemos involucradas en la conversación: podrá ser también un monólogo si ninguno está registrando las palabras del otro (y entonces todo quede en la nada) o tal vez, todo lo contrario, y entonces habrá a partir de la devolución, un intercambio de palabras, opiniones, conceptos, verdades y mentiras que podrán determinar las decisiones que tomaremos.
   Sin darnos cuenta, muchas veces le damos a la voz de los demás un valor y una estima que no merecen y así es como lejos de ser ésta un consejo o una bendición, se transforma en un trastorno o en un obstáculo inmenso, en una creencia que tendremos que refutar.
   Para evitar la confusión, deberíamos reflexionar. Si permanentemente escuchamos las voces exteriores, el mensaje que terminaremos por recibir será:


- “No lo vas a lograr”
- “Con dinero en la mano eres un peligro”
- “Eres incapaz, nunca te has preparado”
- “No sabes cómo ganarte la vida”
- ...

   Claro que ésas son frases y creencias falsas que has tomado por verdaderas y entonces te hicieron pensar que no serías capaz de alcanzar nada de lo que te propusieras.
   El único ser que podrá limitar lo que eres capaz de alcanzar eres "tú mismo".
   Nadie está en condiciones de cuestionar ni juzgar ni tu potencial ni tus capacidades. Sólo a partir del momento en que cada persona toma el control de su propia vida es capaz de determinar sus errores y sus éxitos y entonces está en condiciones de objetar y cuestionar todas aquellas palabras que durante tanto tiempo lo han frenado y lo han llevado a vivir en un lugar de letargo y frustración.
   Hoy, siendo libre de estas falsas verdades, podemos emprender un proceso de desintoxicación mental, emocional y espiritual para disponernos a ser la mejor y única versión de nosotros mismos.
   A partir de esta nueva posición, de este nuevo "yo", conocerás la verdad y la verdad te hará libre de la gente, de las circunstancias y de aquellas verdades que no lo son.

   Tiger Woods, antes de ser el primer campeón de color del golf, tenía para escuchar dos voces: la de gente que le decía "nunca un hombre de color va a ser campeón de este deporte" y la de su padre, que le dijo "tú eres un campeón".
Adivina a cuál le prestó atención.

   Tal vez pasaste años tratando de alcanzar la felicidad y el éxito de acuerdo a los parámetros de los otros; quizá luchaste por llevar a cabo objetivos que sólo beneficiaban a quienes estaban a tu alrededor pero que a ti no te conformaban.
   Quizá tu padre soñó con que fueses médico, y seguiste la carrera de medicina tratando de obtener la aprobación de él, sin darte cuenta de que en realidad era él quien anhelaba ser médico. Sin detenerte a pensarlo, probablemente avanzaste hacia metas que te interesaban muy poco.


   Henry D. Thoreau escribe: "No basta con estar ocupado... la cuestión es: ¿en qué estamos ocupados?" 

Piensa por un instante:

• ¿Qué estás buscando?
• ¿Qué estás persiguiendo?
• ¿En qué estás usando tu tiempo?

   Estos objetivos, ¿aportan y suman a tu felicidad, a tu bienestar emocional, físico y espiritual?, ¿o sólo estás corriendo por correr sin saber a dónde quieres llegar?


   El conocido Jorge Soros, el especulador más reconocido del mercado de divisas, le dijo a un periodista del National Post de Canadá: "Ser reconocido como filósofo me proporcionaría una satisfacción infinitamente mayor que mi dinero" y al preguntarle el periodista si sería capaz de cambiar toda su fortuna a cambio de ese sueño, él contestó: "Pues sí, seguro."

   Cuanto menor tiempo sea el que dediques a escuchar las voces ajenas o extrañas, mayores serán los resultados que vas a acumular.
   Cuanto mayor sea el tiempo que le dediques a escuchar tu propia voz interior, cuanto más te detengas a observar tu reloj interno y a prestar atención a lo que dice tu corazón, mayores serán los éxitos que vas a cosechar.
   Las voces ajenas no saben de qué estás hecho, no conocen tu potencial ni lo ilimitadas que son tus fuerzas; tú mismo aún no lo sabes. Sólo cuando camines, corras y luches por tu pasión, por aquello que te quita el sueño, por lo que te quema por dentro, sabrás de qué estás hecho. La verdad está dentro de ti y sólo a ti te corresponde ponerla en marcha.



LAZOS DEL ALMA VS. LAZOS MORTALES

   Cientos de mandatos internos y externos irrumpen a diario, a cada momento, desde que nos disponemos a comenzar nuestro día; se trata de presiones externas, internas, reclamos y pedidos, tantos que de un momento para el otro te sientes angustiado por la sensación de que debes cumplir con cada una de las órdenes que has recibido, y eso es imposible.
   Todo eso es peor aún si estas órdenes provienen de lazos afectivos: un amigo, tu pareja, un jefe, un familiar, de esos son vínculos enfermos que fuiste entretejiendo y que ahora pasaron a definir y a decidir qué es lo mejor para ti y para tu futuro.
   Escuchas a todos los tuyos, a los de tu alrededor, inclusive las noticias de la televisión: voces, voces y más voces y lazos que se mezclan en tu mente, ejerciendo tal presión que confunden tus metas y tus sueños.
   Y así es como te sumerges en una carrera en la cual no tienes en claro hacia dónde estás yendo ni qué es lo que estás buscando: ¿tu bienestar y tu éxito o la aprobación externa?
   Son vínculos que aprisionan nuestra mente, voluntad y emociones de tal forma que no nos permiten diferenciar nuestro deseo al de los demás. Y así nos olvidamos de que para poder alcanzar la propia satisfacción y la tan preciada paz es vital que reconozcamos qué es lo importante y prioritario para nosotros.

   E.E.Cummings decía: "Ser sólo tu mismo, en un mundo que hace lo posible, noche y día, para hacerte semejante a los demás, significa librar la batalla más difícil que cualquier ser humano pueda librar."

   La mayoría de las veces confiamos más en los otros que en nosotros mismos, de tal forma que somos capaces de desnudar nuestro interior frente a la mirada de los demás, esperando una respuesta que en realidad sólo a nosotros nos compete darnos. Le otorgamos tanto valor a la opinión ajena, le volcamos tanto afecto que cuando no recibimos la devolución que esperábamos nos sentimos defraudados. Entonces lloramos, nos deprimimos, creemos que se nos “cae el mundo” y que no podremos confiar en nadie más. Sentimos que nos clavaron un puñal por la espalda y nos olvidamos de que en ese vínculo intervinieron personas ante las cuales fue nuestra la decisión de develar nuestra alma.
   Todas son personas que, como tú y yo, cometen errores. Y como sucede con todo error, lo mejor es que cuando ocurra aprendamos que las relaciones interpersonales necesitan tener un límite. Nadie podrá avanzar sobre ti si no le das autoridad y poder para hacerlo.
   El límite muchas veces es entendido por los otros como una actitud antipática de nuestra parte; sin embargo aplicarlo nos evitará muchos malos momentos. Sólo tú podrás decidir quién entrará a tu círculo social más íntimo. Poner límites sanos a tus relaciones personales no sólo te va a ahorrar dolores de cabeza sino que también te proporcionará la libertad que necesitas para tomar aquellas decisiones que te acercarán cada vez más a tus sueños. 



VÍNCULOS SANOS

   Gran parte de nuestro diario vivir lo usamos en relacionarnos con los otros. Cuando estudiamos, trabajamos, viajamos, vivimos, nos comunicamos con otros seres humanos, pero no con todos ellos establecemos vínculos.
   El vínculo entre dos personas es un factor común que las une, ya sea un lazo familiar, laboral, afectivo o amistoso. Dentro de estos vínculos que establecemos están aquellos que nos afectan de manera positiva y aquellos que nos influyen desfavorablemente.
   Hay quienes tienen como objetivo establecer vínculos con el único fin de obtener algún beneficio personal, sin importar el costo o el efecto emocional adverso que ello pueda causarle a la persona involucrada en la relación.
   ¿Cuántas personas acaso no son seducidas por otras, que sólo buscan sacar provecho de esa situación?
¿Cuántos quisieron ser amigos tuyos desde que se enteraron de que compraste una casa rural y vas todos los fines de semana?
¿Cuántos viejos "amigos" recordaron tu número de teléfono cuando se enteraron del nuevo puesto que habías conseguido en la empresa?
¿Cuántos de los viejos familiares que hace años que no te llaman te invitan a comer desde que supieron que estabas teniendo éxito?

   Con todos podemos comunicarnos; es de cortesía y gentileza responder a los llamados, lo que no quiere decir que debamos establecer "vínculos". Los vínculos personales sólo podrán afectarnos de acuerdo al límite que nosotros mismos les impongamos.
   Sin embargo, sí tendremos que plantearnos como objetivo establecer vínculos y “relaciones de oro” que nos impulsen a llegar a nuestro éxito. Y cuando hablo de "oro" no me refiero a personas ricas monetariamente, sino a aquellas que saben que nuestro potencial es ilimitado y nos alientan para que nada nos frene para llegar a la meta. 

   Hay un dicho popular que dice: "La familia te toca, los amigos se eligen" y es cierto: lo mismo ocurre con los mentores. Ellos serán quienes nos generarán nuevas posibilidades de éxito.
   Tal vez la persona que hoy acabamos de conocer sea una conexión de oro mañana, quien nos abra una nueva puerta laboral, nos genere una nueva oportunidad de negocios o tenga una idea o sugerencia acerca de cómo podemos resolver la dificultad en la que nos encontramos.
   Cualquiera sea el ámbito en el cual te desarrolles, el buen trato y la disposición que establezcas sumarán a tu favor.
   Una buena forma de establecer "vínculos sanos" es el poder brindar soluciones a los que te rodean; es más agradable estar al lado de aquel que nos da soluciones o aporta ideas que de aquellos que generan problemas.
   Eso no significa que tengamos que tener la solución para todos los conflictos del mundo, pero sí que debemos intentar ayudar de una u otra manera a los que nos rodean. Ayudar no significa decirle al otro lo que tiene que hacer, sino darle una idea que pueda acercarlo a una posible solución.

   La escritora Mary Oliver cuenta en su libro "Mockingbirds" este relato: "Había una vez una pareja de ancianos muy pobres que abrieron su hogar a unos extraños que llamaban a su puerta. Los pobres viejos no tenían ningún bien mundano que ofrecer a los inesperados visitantes, sólo su deseo de tratarlos solícitamente. Resultó que los huéspedes eran dioses que sorprendieron a sus anfitriones al decirles que aquella buena predisposición era el regalo más precioso que les podrían haber hecho unos simples seres humanos."

   ¿A quién de nosotros le gusta estar cerca de aquellos que a diario nos maltratan o no nos tratan con el respeto que nos merecemos? Absolutamente a ninguno.
Toda persona que desee establecer relaciones interpersonales sanas necesita:
• Tratar bien al otro
• Brindar la atención que el otro merece (sea quien fuese, desde el portero de la empresa hasta el gerente general)
• Establecer los límites necesarios que demande cada tipo de vínculo
• Conectarnos con lo bueno y lo mejor de cada persona: eso nos permitirá jugar el partido en equipo. Estamos en la era de los equipos, los “llaneros solitarios” sólo ganan batallas en antiguas series de televisión

LOS HERIDORES PROFESIONALES

   Demasiadas personas a menudo consideran que haber obtenido un máster o un postgrado, o haber alcanzado un cargo de privilegio las habilita para lastimar, subestimar y desestimar otros en público. Ostentan sus títulos, su poder económico o su estatus sin darse cuenta de que la arrogancia y el maltrato se han apoderado de su trato con los demás.
   ¿Te pasó alguna vez que un trabajo al cual le habías dedicado horas y todo tu tiempo libre fue brutalmente menospreciado delante de todos tus compañeros? ¿Solían tus padres avergonzarte delante de tus amigos a raíz de las calificaciones que obtenías?
   Por cierto, en algún momento de nuestra vida, todos hemos sido maltratados o avergonzados por nuestros padres, pares, jefes o superiores. El hecho es que este trato lastima, penetra y causa severas heridas y secuelas en la estima de la persona que las recibe.
   Algunas personas son máquinas avasalladoras, que no se detienen a separar el trigo de la cizaña; para ellas todo lo es mismo, todo está permitido, lo único que les importa es el provecho y la ganancia que podrán obtener de cada movimiento que ejecuten.
   Son personajes tóxicos, que a diario se empecinan en hacernos la vida difícil: "Si yo no puedo ser feliz, tú tampoco", retumba como eco en sus mentes. No viven ni dejan vivir.

   Pero eso era hasta hoy. Unas pocas líneas más abajo podrás leer los rasgos más sobresalientes de estas personalidades tóxicas y entonces serás capaz de identificarlas y de hacer algo aún mejor: al reconocerlas conseguirás ubicarte lo más lejos que puedas de ellas, ignorarlas y seguir tu camino. Descubrir sus movimientos te permitirá subir un escalón en el camino hacia la libertad.

Características de los heridores profesionales

• Siempre tienen piedras en la mano: Son personas que estarán esperando la oportunidad en la que cometas un error para hacértelo notar y demostrar ante los demás que, si no hubiese sido por ellas, tu error hubiera desprestigiado a la empresa o hubiese puesto en peligro la ejecución de algún proyecto. Como es de esperar, harán su corrección en público. Estas personas sólo logran aumentar su figura si el otro merma o es descalificado, de lo contrario no saben cómo hacerse notar.
   Ahora bien: ¿quién puede afirmar que nunca erró, que nunca falló o tomó una mala decisión? Como le dijo Jesús a los que se disponían apedrear a María Magdalena "El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra". ¿Tú estás en condición de tirarla? Yo tampoco. Sin embargo, los heridores profesionales se sienten intocables y con capacidad para ver la paja en el ojo ajeno que en el suyo propio, dejando así secuelas difíciles de sanar y restaurar.

• Siempre vigilan, esperando que lo malo suceda al fin: presentan a diario este tipo de personas reclamos y “acuses de recibo”. Son aquellas que tarde o temprano te pasarán factura por el favor o la palabra o la conexión que te ofrecieron. Se trata de personas tóxicas que no entendieron la ceremonia del Potlach, un ritual que, utilizado como corresponde, podría resultar beneficioso para nosotros. El potlach es una antigua ceremonia que celebraban los indios nutras, la cual consistía en abrumar a alguien a base de regalos. El potlach, dentro de los límites razonables, tenía su utilidad.
   Claro que no es el caso de los heridores profesionales, de esa gente que vive y disfruta del fracaso y del dolor ajeno para poder brillar y tomar protagonismo. Estos heridores profesionales son aquellos que no festejarán contigo tus éxitos, y, lo que es peor, pronosticarán que si algo te salió bien pronto se desatará alguna fatalidad. Hay un dicho popular que dice que si te ríes mucho en viernes, algo malo va a pasarte el fin de semana. Así es como piensa esa gente: anuncian desgracias, tragedias y huracanes, tratando de robarte la felicidad que tienes o que has alcanzado al haber abrazado la felicidad o el éxito.



   Son personas que no saben de arrepentimiento ni de perdones. En su vocabulario no se encuentran las palabras: perdón, disculpas, lo siento. Sus decisiones son inmutables e inamovibles, sea cual sea el efecto que sus palabras o sus actos puedan producir en los otros. Son conocidos por ser los “dueños de la verdad”. Claro que se trata de sus verdades, pero no de la tuya ni de la mía.

Te podrán decir:
-“¿Para qué quieres correr?”
-“¿Para qué deseas lograr tus sueños?”
-“Otro día lo puedes hacer”
-“No es tu tiempo, o no es tu momento”
-“Siempre hay tiempo, no te apures”
-“¿Para qué vas a hacer más?”
-“¿Para qué vas si no hay premio, si el rey o te va a dar una corona?”
-“¿Para qué te esfuerzas, si no hay no recompensa ni ganancia?

- ...


  Alguien dijo: "El hombre muere cuando deja de aprender". Bill Gates aseguró hace años que 640 kb eran más que suficientes para una persona; hoy seria ridículo afirmarlo. Mientras puedas aprender estarás vivo para realizar tus sueños.

   En el transcurso de nuestra vida seguramente nos encontremos con personajes como los descritos. El objetivo es que a pesar de su existencia, sus estrategias y sus arpones no nos alcancen ni aún nos rocen. Si a una persona le buscas el lado malo, seguramente se lo vas a encontrar, pero si te empecinas en sacar lo mejor de ella, también podrás hacerlo.
   Claro que es mucho mejor quedarse con lo bueno del otro que con sus defectos, pero éste no es el modo de pensar de las personalidades tóxicas. En cuanto a ellas, no hagas nada por cambiarlas, sólo cambia el que desea hacerlo; lo mejor que puedes hacer es evitar al máximo el contacto con este tipo de gente, resguardando así tu estima y tus emociones. Ser libre de todas sus especulaciones te permitirá llegar mucho más rápido al objetivo.

"Sólo aquel que es libre puede hacer al otro libre"

EL LADO OSCURO DEL CONTROL

   La vida es un cóctel de decisiones, elecciones, y pensamientos que determinarán nuestra libertad. Nuestros estados de ánimo no son solo sensaciones sino decisiones que establecemos a cada momento. Los acontecimientos pueden ser determinantes a la hora de estar bien o no, pero no dejan de ser consecuencias de decisiones que tomamos en un estado de libertad de elección: soy yo quien decide sentirse bien o mal, sólo yo tengo el control de mi vida y estoy autorizado a elegir lo que es mejor para mí. Es decir, eres tú quien a cada momento decidirás qué valor o estima le darás a cada palabra que recibas.
   Si nuestro ojo está puesto en el afuera, serán los otros quienes decidan cómo hemos de sentirnos, pero si somos nosotros quienes estamos en control, sabremos cómo cuidarnos y elegir lo que nos conviene.
   Sólo cuando puedas ayudarte a ti mismo estarás en condiciones de ayudar a los demás. Necesitas ser el dueño de tu mundo emocional. Tu bienestar no dependerá del trato que recibas de los demás, sino del que tú sepas darte. Ninguna otra persona tiene el poder de hacerte sentir mal a menos que tú le des permiso para que lo haga.
   Todos los sentimientos que creamos se originan en nuestro interior, pero así como nacen pueden ser modificados y, si no nos sirven, desechados. Odiar, amar, querer, respetar, son decisiones que nos pertenecen. La libertad de elegir es parte de nuestra naturaleza, de nuestra creación, del mismo modo en que está en la naturaleza del esclavo el seguir lo que su amo o "los otros" le impongan. ¿Cuántas veces sentiste resentimiento o rabia por lo que contaron de alguien? Seguramente muchas, aunque no fuese algo relacionado contigo, pero que padeciste de todas maneras.
   ¡No convirtamos a los otros en formadores de nuestras emociones! ¡No le otorguemos tal poder! Hoy más que nunca mereces decidir ser feliz.


ENCUÉNTRALES LA VUELTA

   Personas tóxicas eran quienes le impedían a Martin Luther King disfrutar de los derechos que tenía un hombre blanco.

   Hay seres difíciles con las que uno tiene que convivir a diario, ya sea en el trabajo, en la casa o aún cuando decide sentarte en un restaurante y ordenar lo que eligió para comer. Abusos, malos tratos, impulsividades, negativas, desencanto y frustraciones son las que vivimos la mayor parte del tiempo. Se trata de personas que a diario se proponen intimidarte y coartar nuestros sueños.
   Gente difícil, tóxica que, sin embargo, de ninguna manera puede convertirse en la excusa perfecta de tu frustración; todo lo contrario, necesitas convertirla en detonante de tus éxitos.
   Si te dicen que no se puede, es porque sí puedes.
   Si te dicen que es inútil que sigas insistiendo, tú sigue golpeando porque la puerta se abrirá.
   Si te dicen que no vale la pena, tú insiste, porque seguramente en la negativa está escondida tu prosperidad. Los “no” de los otros son los “si” de los que no dependen ni de las palabras no de las emociones de nadie.

   No te concentres en las personas, céntrate en los objetivos.
   No te detengas a evaluar ni a entender a nadie. Tu objetivo no es comprender ni justificar las actitudes de los otros, sino las tuyas, lograr la visión correctiva necesaria y seguir hacia la meta.

   Frente a los tóxicos, no te enojes, no te amargues, sé astuto e inteligente:
• No te ofusques: si te enojas generarás una pelea y en toda batalla hay heridos
• Busca el lado positivo: aprende de ellos lo que no hay que hacer y revierte a tu favor la situación.
   De esta forma aprenderás a ser libre de la gente tóxica, a definir con inteligencia tus nuevas relaciones y a saber que de acuerdo a las personas a las que les permitas estar a tu lado será el mundo que construyas.


LA LEY DE LA SIEMBRA

  ¿Cuántas veces has regalado algo y a pesar de que esperabas que te dieran las gracias éstas no llegaron y te has sentido frustrado?
   ¿Te ocurrió que te quedaste sin dormir toda la noche terminando el informe que te pidieron en la oficina pero al día siguiente, cuando lo entregaste, te dijeron que ya no lo necesitaban y entonces pensaste: "¿por qué no me llamaron y me avisaron?"
   ¿Cuántas veces eres tú el que llama para los cumpleaños de todos tus familiares, pero cuando es el tuyo, pareciera que no importara, que todos se olvidan de ti?
   ¿A cuántos seguramente hiciste favores pero cuando los necesitaste tú era como si se los hubiera tragado la tierra?
   A diario depositamos cientos de expectativas en los otros, esperamos que nos respondan de la misma manera en que nosotros lo hicimos, pero esto no siempre sucede así.



   Si bien hay personas que son agradecidas y saben el valor de tus acciones, otras no lo son. Algunas responden con la misma moneda, otras no. Y tú no podrás cambiarlas.
   "Si recibimos lo que esperamos nos alegramos, si no, nos decepcionamos", y una vez más nuestras expectativas están mal ubicadas. Si recibes lo que esperabas, es un bono extra, bienvenido sea, y si no, sigue adelante, no te detengas para escuchar las gracias.
   Lo que hagas, hazlo de corazón, porque el que sirve es más grande que el servido. No esperes recompensa. Siembra en los otros, y sin darte cuenta, un día, esa siembra te va a recompensar. La cosecha será tan grande que no va a caber en tus manos.
   Lo que hagas por los otros, en algún momento, quizás otra persona lo hará por ti. No importa el tiempo que pase; si has sembrado, cosecharás. Lava los pies de los otros cálzate y sigue caminando; esas pisadas que dejaste en el camino, en algún momento te va alcanzar. La calidad y la cantidad de tu bendición empiezan y terminan siempre en ti y en los tuyos. ¡No lo olvides!



LIBRE DE LA GENTE TÓXICA

   Hay personalidades tóxicas que anhelan todo lo que tú tienes: hasta tus desgracias o dificultades son añoradas por ellas. Se trata de personas que no pudieron encontrar un sentido, un rumbo a sus vidas y entonces revolotean a tu alrededor como murciélagos, tratando de chupar tu sangre. No son arquitectos de tu propio destino, sino que deciden recorrer el trayecto que tú has elegido transitar, son seres dependientes. Quizás su apariencia sea la de personas con rasgos de superioridad, de autoridad, de poder, de alta estima, de capacidad; sin embargo, sus actitudes y los resultados que obtienen los ponen al descubierto.
   Son personas con grandes problemas de relación, con autoestimas destruidas que se esconden detrás de tus sueños y de tus expectativas.
   Sus máscaras han tenido la intención de ocultarlas y de atarte a creencias falsas y vacías.
   Ayer las veías como grandes e importantes, hoy realmente las conoces. Hoy puedes ser libre de cada una de las máscaras que han querido venderte y presentarte como "La mejor”.

   Son personas que han vivido, como dice Eric Fromm, con miedo y frustración: 
“El hombre moderno vive bajo la ilusión de saber lo que quiere, cuando en realidad quiere lo que tiene que querer”.

   Miles de humanos viven a diario historias que no han escrito, trabajan por propósitos que no les pertenecen, viven de sobras y no en la abundancia. Quieren tu puesto de trabajo, tu salario, tus amigos, tu familia, tu sencillez, tu carisma, tus hijos, pero no están dispuestos a hacer el mínimo cambio en sus vidas para que lo mejor y lo que les pertenece a ellos llegue a su existencia. Invierten más tiempo en envidiar e idealizar tu lugar y tu vida que en elegir, decidir y accionar para que lo mejor llegue también a las suyas.
   En muchas oportunidades, sientes pena por ellos y tratas por todos los medios de ayudarlos a cambiar.
   La decisión no dependerá de ti, sino del individuo que tenga la necesidad y la voluntad de encarar una transformación en su vida y de encontrar la forma de relacionarse sanamente con los otros. La gente que cambia es la gente que quiere cambiar. 


   Cada persona ha sido creada con una combinación única de habilidades, dones, facultades y talentos que sólo pueden ser descubiertos por ella misma. Cada uno de nosotros tenemos una conciencia y un espíritu que nos permite darnos cuenta de aquello que es una continua piedra de tropiezo; dependerá pues de cada uno de nosotros que demos los pasos para apartar el obstáculo y seguir avanzando.
   Somos seres independientes, únicos, inigualables, libres. Nadie es igual a mí y yo no soy igual a nadie. ¡Qué bendición! Cómo sería esta vida si fuésemos clones los unos de los otros. Nuestra creación es perfecta: somos seres libres y únicos, independientes, con voluntad, dominio propio, conciencia, alma, mente y espíritu originales. ¡Qué bueno es gozar de esta libertad y decidir quienes realmente queremos ser!


   En el libro de Ernie Zelinski, “El éxitos de los perezosos” Dice: “Cuanta más atención prestes a lo que hacen las masas, más comprenderás que los planteamientos del tipo ‘todo el mundo lo hace’ no sirven para dejar tu impronta en este mundo. Si bien resulta tentador unirse a la multitud, no olvides nunca que tú tienes sueños valiosos y otras cosas más importantes que conseguir”.
   Saber que somos únicos en ADN, identidad, propósito, metas y sueños nos hará libre de frustraciones y nos abrirá caminos en nuestro diario vivir. Permitir que otros puedan alcanzar su destino ayudará a que tú también puedas alcanzar tu máximo potencial.
   Sólo tu puedes crear tu propio triunfo, solo tú eres capaz de establecer y definir cuándo alcanzaste el éxito. Tu marca es personal. Tu victoria te hará recordar quién eres, de qué estás hecho y los sueños por los que has vivido y dado todo de ti. Llegar a la meta requiere de coraje, valor y convicción.
   Primero tienes que reconocer que nadie te debe nada y que tú no debes nada a nadie.
   Ser libre de la gente, ¡qué espectacular!, imagínate poder ocuparte tú de tu propia vida, no esperar de terceros, no vivir debiendo favores, ser tú quien genere una existencia de desafíos y metas. Imagínate qué bueno es poner el despertador todos los días y saber que al levantarte tienes metas, desafíos y sueños que dependen sólo de ti. Y qué bueno es también tener un día a la semana para disfrutar del descaso que te mereces.
   Imagina qué felicidad es saber que lo que hoy tienes es el resultado de que no bajaste los brazos y desafiaste a los imposibles, que la limitación y las frustraciones de los otros no te han detenido y que eres el autor y el artífice de tu propio destino. Es fantástico tener las cuentas en cero.

Abraham Lincoln dijo: "Las cosas quizá lleguen a quienes esperan, pero sólo aquellas desechadas por quienes se esfuerzan”.

Qué bueno es poder decir: "Vida, no te debo nada no me debes nada, las cuentas están saldadas. Crea tu propia vida, que yo me encargo de la mía."


Del libro Gente Tóxica de Bernardo Stamateas

Realizado por: Inés Estela López

EL DÍA QUE YO ME VAYA


EL DÍA QUE YO ME VAYA

Cuando el Universo me abandone 
Y el viento desgaste mis manos 
Y abrevie mis pasos 
Cuando el sol esté ausente del cielo 
Y no me alcancen el día 
Cuando el mundo no me proteja del vacío 
Cuando todo se aleje y se confunda en la nada 
Cuando en la noche se refleje mi antigua duda 
Y ya no vea en ella mis ojos 
Entonces cambiaré mi torpe cuerpo 
Por las alas con las que entraré 
En la mañana del despertar eterno 
Más allá de los sucesos momentáneos 
Extasiado por las sutiles y vagas nubes 
Donde se repetirá la tenue luz que es la vida 
Aquí sabré de misterio entero 
Para poder escribir por fin el poema 
Porque eso es la vida 
Un constante tejer y destejer de vagas sombras 
Sin más sentir que la belleza 

Las viejas lunas de oriente 
Y las campanas de Lorca 
La llamarada de Whitman 
Y la belga de Mallorca 
El amado sol que enciende toda la vida 
Esa fiesta permanente por la que mi alma camina 
El espíritu extasiado y la gloria de los días 
La salud de Dinamarca y en encanto de Turquía 
Una idea que armoniza con tantas otras ideas 
Dos hermanos en Tandil, un abuelo en Galilea 
Una madre que me espera y un padre que no conozco 
Nueva York cundo l nieve y Méjico cuando Orozco 

Una milonga sureña, un par de botas tejanas 
Una esperanza infinita y una flor en la ventana 
Una canción inconclusa y un jorongo mejicano 
Amores en todo el mundo y nada preso en la mano 
Un amigo en el desierto y un maestro en la montaña 
La libertad más hermosa y la idea más extraña 
Esas cosas dejaré el día que yo me vaya 
Querida perdóname si a ti no te dejo nada 

La cerveza en Holanda, un pintor en Salamanca 
Una hoguera junto al Nilo, un poema en Casablanca 
Una pregunta en el aire, y una respuesta en el alma 
Las noches en el Mar Rojo y los veranos de España 
La voluntad y el delirio, una vieja gorra griega 
Un turbante del Neguev, dos máscaras, una quena 
Esas cosas dejaré el día que yo me vaya 
Querida perdóname si a ti no te dejo nada 

La lluvia sobre Marruecos, en el bolso pan y queso 
Y la Biblia liberando a mis sueños y a mis huesos 
La locura satisfecha y la conciencia tranquila 
Los temores que perdí en París o Alejandría 
Amo y señor de mí mismo, sin bandera y sin espada 
Al viento devolveré las maravillas prestadas 
Las alegrías de ser y hacer lo que uno ama 
Querida perdóname si a ti no te dejo nada

(Facundo Cabral)