EL CAMINO DEL AMOR


"EL CAMINO DEL AMOR" 












Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás.





Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.












Necesitas valorarte para valorar, 

quererte para querer,




respetarte para respetar,




y aceptarte para aceptar, 


ya que nadie da lo que no tiene dentro de sí. 






Ninguna relación te dará la paz 


que tú mismo no crees en tu interior. 








Ninguna relación te brindará la felicidad 

que tú mismo no construyas.















Sólo podrás ser feliz con otra persona 


cuando seas capaz de decirle bien convencido: 


“No te necesito para ser feliz” 






Sólo podrás amar siendo independiente, 


hasta el punto de no tener que manipular ni manejar 


a los que dices querer. 






Sólo se podrá ser feliz 


cuando dos personas felices 


se unan para compartir su felicidad, 


no para hacerse felices la una a la otra. 






Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, 


necesitas autoestima 


y la práctica de una libertad responsable. 






Pretender que otra persona nos haga felices 


y llene todas nuestras expectativas 


es una fantasía que sólo trae frustraciones. 






Por eso, ámate mucho, madura, 


y el día que puedas decirle a la otra persona 


“Sin ti me lo paso bien” 


ese día estarás preparado para vivir en pareja. 



(Los 11 pasos. M. Scott Peck, Autor de Inspiracion "El Camino Al Amor")



                      

LOS TRES CONSEJOS



Una pareja de recién casados era muy pobre y vivía de los favores de un pueblecito del interior. Un día el marido le hizo la siguiente propuesta a su esposa:

- “Querida yo voy a salir de la casa, voy a viajar bien lejos, buscar empleo y trabajar hasta tener condiciones para regresar y darte una vida mas cómoda y digna. No se cuanto tiempo voy a estar lejos, solo te pido una cosa: que me esperes y, mientras yo esté lejos, me seas fiel, pues yo te seré fiel a ti.”

Así, siendo joven aún, caminó muchos días a pie, hasta encontrar un hacendado que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda. El joven llegó y se ofreció para trabajar y fue aceptado.

Pidió hacer un trato con su jefe, el cual fue aceptado también. El pacto fue el siguiente:

- “Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo encuentre que debo irme, el señor me libera de mis obligaciones: Yo no quiero recibir mi salario. Le pido al señor que lo coloque en una cuenta de ahorro hasta el día en que me vaya. El día que yo salga. Ud. me dará el dinero que yo haya ganado."

Estando ambos de acuerdo. Aquel joven trabajo durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso.

Después de veinte años se acerco a su patrón y le dijo:

- “Patrón, yo quiero mi dinero, pues quiero regresar a mi casa.”

El patrón le respondió:

- “Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte una propuesta, ¿está bien?. Yo te doy tu dinero y tú te vas, o te doy tres consejos y no te doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa. Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta.”

El pensó durante dos días, busco al patrón y le dijo: “QUIERO LOS TRES CONSEJOS”
El patrón le recordó: “Si te doy los consejos, no te doy el dinero.”

Y el empleado respondió: “Quiero los consejos.”

El patrón entonces le aconsejo:

- “NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. Caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida.

- NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL. Pues la curiosidad por el mal puede ser fatal.

- NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR. Pues puedes arrepentirte demasiado tarde."

Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no era tan joven, así:

- “Aquí tienes tres panes, dos para comer durante el viaje y el tercero es para comer con tu esposa cuando llegues a tu casa". 
El hombre entonces, siguió su camino de vuelta, de veinte años lejos de su casa y de su esposa que el tanto amaba. Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludó y le preguntó:



- “Para donde vas?”

Él le respondió: 
- “Voy para un camino muy distante que queda a más de veinte días de caminata por esta carretera.”

La persona le dijo entonces:

- “Joven, este camino es muy largo, yo conozco un atajo con el cual llegarás en pocos días”.


El joven contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del primer consejo, “NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. CAMINOS MAS CORTOS Y DESCONOCIDOS TE PUEDEN COSTAR LA VIDA”. Entonces se alejó de aquel atajo y volvió a seguir por el camino normal. Dos días después se enteró de otro viajero que había tomado el atajo, y lo asaltaron, lo golpearon, y le robaron toda su ropa. Ese atajo llevaba a una emboscada.

Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró una pensión a la vera de la carretera. Era muy tarde en la noche y parecía que todos dormían, pero una mujer malencarada le abrió la puerta y lo atendió. Como estaba tan cansado, tan solo le pagó la tarifa del día sin preguntar nada, y después de tomar un baño se acostó a dormir.

De madrugada se levantó asustado al escuchar un grito aterrador. Se puso de pié de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir hacia donde escuchó el grito. 

Cuando estaba abriendo la puerta, se acordó del segundo consejo. “NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL PUES LA CURIOSIDAD POR EL MAL PUEDE SER FATAL” Regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le preguntó si no había escuchado un grito y el le contesto que si lo había escuchado.

El dueño de la posada de pregunto: 
- "¿Y no sintió curiosidad?"

El le contesto que no. A lo que el dueño les respondió:

- "Usted ha tenido suerte en salir vivo de aquí, pues en las noches nos acecha una mujer maleante con crisis de locura, que grita horriblemente y cuando el huésped sale a enterarse de qué está pasando, lo mata, lo entierra en el quintal, y luego se esfuma."

El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa. Después de muchos días y noches de caminata.. ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa, camino y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzó a ver que ella no estaba sola.

Anduvo un poco más y vio que ella tenia en sus piernas, un hombre al que estaba acariciando los cabellos. Cuando vio aquella escena, su corazón se lleno de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad. 

Respiró profundo, apresuro sus pasos, cuando recordó el tercer consejo. “NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, PUES PUEDES ARREPENTIRTE DEMASIADO TARDE”
Entonces se paró y reflexionó, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión.

Al amanecer ya con la cabeza fría, el dijo:

- “No voy a matar a mi esposa. Voy a volver con mi patrón y a pedirle que me acepte de vuelta. Solo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel a ella.”

Se dirigió a la puerta de la casa y tocó. Cuando la esposa le abre la puerta y lo reconoce, se cuelga de su cuello y lo abraza afectuosamente. El trata de quitársela de arriba, pero no lo consigue.

Entonces con lagrimas en los ojos le dice:

- “Yo te fui fiel y tú me traicionaste."

Ella espantada le responde:

- “¿Cómo?... Yo nunca te traicioné. Te esperé durante veinte años."

El entonces le preguntó:

- “Y quien era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde?"

Y ella le contestó:

- “Aquel hombre es nuestro hijo. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy el tiene veinte años de edad."

Entonces el marido entró, conoció, abrazó a su hijo y les contó toda su historia, en cuanto su esposa preparaba la cena. Se sentaron a comer el ultimo pan juntos. Después, con lágrimas de emoción, partió el pan, y al abrirlo, se encontró todo su dinero, el pago de sus veinte años de dedicación...



Quería compartir este cuento "Los tres consejos" con todos ustedes, ya que para mi tiene un contenido hermoso y en recuerdo a mi padre que me lo contó cuando yo tenía doce años y se me quedó grabado para siempre. El me enseñaba por medio de historias, cuentos o fabulas, que para mi es una bonita forma de aprender. 
Fue un hombre muy sabio y el recuerdo que guardo de él es inmenso y lleno de sentimientos. 
Hace unas semana un narrador lo contó y me hizo revivir aquella primera vez que lo escuché absorta en todas sus palabras y con avidez de aprender; por el vinculo y la admiración que por él sentía.

Gracias querido amigo por hacérmelo revivir.


APRENDIENDO A DECIR LO QUE QUEREMOS


- La persona ASERTIVA es una persona SEGURA, EQUILIBRADA Y MADURA; con CAPACIDAD DE AUTOAFIRMACIÓN PERSONAL; que expresa directamente sus propios sentimientos, sus deseos, sus derechos legítimos u opiniones; sin amenazar o castigar, y sin violar los derechos de los demás.

- Por tanto, requiere de SEGURIDAD Y SENSIBILIDAD. La seguridad no es algo que nos venga "de repente"; es un estado que podemos fomentar a través de nuestras conductas y actitudes.


- Existen dos tipos de seguridad: la interior, la que tenemos con nosotros/as mismos/as y la exterior, la que mostramos y la que los otros perciben. La primera, hace que nos respetemos a nosotros/as mismos/as y, la segunda, hace que los demás nos vean como personas poco influenciables o manipulables o, que respeten nuestros argumentos.


- El fundamento crucial que define y potencia la asertividad no es otro que: CONFIAR EN NOSOTROS/AS.


- Confiar en que nuestras opiniones y valoración son tan válidas como las que puedan tener otras personas. Nuestra confianza hará que mantengamos nuestras creencias, incluso aunque sean diferentes a las que sostiene la mayoría.

- ¿Cómo lo conseguimos?
  • Sintiéndonos bien con nosotros/as mismos/as. Repitiéndonos una y otra vez que tenemos derecho a decidir, a escoger, a pensar de forma propia, a mostrarnos como somos; siempre y cuando mantengamos un exquisito respeto a la postura y a las opiniones de los demás.
  • Mostrándonos seguros/as sobre nuestra capacidad de decisión y de elección.
  • Trasmitiendo firmeza y convicción. Mantendremos nuestro criterio a pesar de condicionantes o presiones externas.
  • Manifestando respeto hacia las opiniones de los demás. Por ello, tampoco intentaremos imponer las nuestras.


Puntos esenciales a tener en cuanta para ser asertivo/a:

- Tener claro el objetivo. Conocer claramente lo que queremos. Fomentar nuestra capacidad de observación y análisis.

- Saber elegir el momento adecuado. No es sencillo, en ocasiones parece que nunca va a llegar, pero siempre hay un momento más adecuado que otro.

- Mantener el control emocional. Nuestra actitud determina nuestra relación con el otro/a y cómo nos afecta. 








  
Comportamiento verbal de las personas asertivas:
  • Expresan con claridad sus deseos o sentimientos; lo mismo si son positivos como si son negativos.
  • Resuelven los problemas mostrando más confianza en sus criterios internos, que en criterios externos.
  • Repiten su deseo tantas veces como sea preciso.
  • Dicen "no" cuando desean, sin poner excusas.
  • No mienten.
  • Nunca discuten.
  • Aceptan críticas.
  • Comprenden la postura del otro.
  • Llegan a acuerdos, negocian, ofrecen alternativas.
  • Piden información y dan información.
  • Hacen confidencias personales.
- Todos/as tenemos una serie de automatismos y costumbres que configuran nuestra forma de ser y actuar; pero por muy arraigados que estén, no debemos pensar que son inamovibles. Igual que podemos aprender a no interrumpir a los demás mientras hablan, de la misma forma podemos conseguir no entrar en controversia o crispación.

- La discusiones sólo sirven para aumentar la crispación o el malestar de algunas personas; pero ni favorecen la comprensión, ni son el mejor cauce para defender nuestras opiniones o derechos.

- En muchas ocasiones las críticas se hacen de forma destructiva, impositiva e intimidatoria; por tanto, la persona a la que van dirigidas no puede encajar como constructivo, lo que siente como agresión.

- La realidad es que criticamos con mucha facilidad, pero habitualmente lo hacemos de forma poco conveniente; parece más un desahogo, incluso un acto impulsivo, que una actitud serena y reflexiva que nos ayude a comunicarnos mejor.

- Si queremos que la crítica no sea un impedimento a nuestra comunicación, conviene que nos centremos en los objetivos de la crítica, para que nuestra conducta sea la adecuada.


Cuando hacemos una crítica lo hacemos porque...
  • Nos sentimos incómodos/as y queremos cambiar una situación que nos molesta o preocupa.
  • Pretendemos salvar la relación con la persona a quien hacemos la crítica. No queremos que se produzca un deterioro en nuestra comunicación con ella.
  • Intentamos facilitar a nuestro/a interlocutor/a la aceptación de la crítica. 

Los errores más comunes que cometemos son:
  • Lo hacemos en momentos poco propicios y/o elegimos lugares inapropiados.
  • El estado emocional de nuestro/a interlocutor/a no es el más adecuado. Se siente débil o irritado/a, agresivo/a, inhibido/a,...
  • Nuestro estado emocional no alcanza el control y el equilibrio deseado.
  • Nuestra conducta no verbal manifiesta tensión, agresividad,...
  • No damos mensajes de escucha activa.
  • Nos encerramos en nuestro criterio y no tratamos de comprender lo que siente nuestro/a interlocutor/a.
  • Realizamos acusaciones, amenazas y/o exigencias. Son mensajes típicos en los que decimos: "Tú tienes la culpa de..."
  • Pronunciamos generalizaciones que invalidan el contenido de la crítica: "Siempre haces lo mismo", "nunca escuchas", "todo lo haces mal",...
  • Utilizamos etiquetas de forma indebida: "Eres un vago, un desastre, un inútil,..."
  • Formulamos preguntas agresivas, llenas de reproches; "¿No te da vergüenza...?
  • Empleamos frases del estilo: "Debería hacer...", "Tendría que ..."
  • Realizamos comparaciones con nosotros/as y/o con otras personas.
  • Mandamos mensajes sin fuerza, inconsistentes. Exigimos lo que nosotros/as no hacemos.
  • Damos consejos innecesarios que no nos han pedido y que contribuyen más a alejarnos que a acercarnos a la persona con la que establecemos la comunicación.
  • Nos damos valor a mensajes que pueden ser importantes para las otras personas; "No pasa nada, eso es una tontería".
  • Emitimos juicio de valor.
  • Nos permitimos hacer diagnósticos sobre la forma de ser o de actuar de nuestro/a interlocutor/a: Ejemplo "Como tú no le das valor al dinero, derrochas y malgastas todo lo que tienes..."
  • Potenciamos enfrentamientos sobre hechos ya pasados que han provocado diversas interpretaciones.
  • Por encima de todo intentamos mantener o justificar nuestros criterios.
  • ETC. 

Una receta de ayuda para facilitar el autocontrol emocional y la comunicación asertiva...
  • Gesto suave.
  • Volumen medio.
  • Descripción objetiva de la situación-problema: "Cuando no haces lo que te has comprometido..."
  • Expresión clara de los sentimientos: "Eso me molesta..."
  • Enviar mensajes de autorrevelación: Pienso que no respetas..."
  • Hacer peticiones con mensajes desde el YO: "Te agradecería que..."


 Gracias por seguir todos los esquemas de "Comunicarnos bien para ser Feliz" Han sido siete partes muy intensas pero deseando que sean muy fructíferas para seguir en el camino del crecimiento y tomar las riendas de nuestras vidas de una manera asertiva e inteligente.

(Taller realizado por: La psicóloga, Nuria Esther Vega López para el grupo de "Empoderadas" del Ayuntamiento de Santa Lucía de Las Palmas de Gran Canaría)


PERCIBIENDO EL PROCESO DE COMUNICACIÓN AL COMPLETO

LA ESCUCHA ACTIVA



- Escucharemos de forma activa cuando estemos atentos/as a todo el proceso de la comunicación (CV- CNV); sin embargo, habitualmente nos conviene dar señales claras de que estamos escuchando.


- Si queremos que las personas que están comunicándose con nosotros sientan que estamos prestándoles atención, les proporcionaremos "señales de escucha" tanto a nivel verbal como no verbal.




-  Dentro del ámbito no verbal, nuestras señales de escucha serán:

  • Mirar fijamente a los ojos.
  • Acercarnos físicamente, con la postura un poco inclinada hacia nuestro/a interlocutor/a.
  • Expresión facial de atención.
  • Movimientos de cabeza, a veces también de las manos, para estimular a nuestro/a interlocutor/a.
  • Reflejar en nuestro rostro la emoción que siente la otra persona.
  • Sonreír.

- Dentro del ámbito verbal, también reforzaremos nuestro mensaje de escucha activa, para ello empleamos señales como:

  • Emitir palabras que demuestren nuestra atención y nuestro apoyo: "claro", "lógico", "desde luego",...
  • Formular alguna pregunta para aclarar o ampliar contenidos de los mensajes: ¿Tú crees?, ¿Cómo fue exactamente?, ¿Qué sucedió?,...
  • Facilitar la expresión de la comunicación proporcionando a veces las palabras que parece buscar nuestro/a interlocutor/a. 
  • Repetir algún contenido que sobresalga por su importancia o trascendencia: "Entonces tú crees que lo que pasó fue..."
  • Realizar un breve resumen de los aspectos claves si la conversación ha sido prolongada.
  • Regla de oro: No interrumpir, especialmente cuando la otra persona está intentando expresar algo que le cuenta. Las interrupción suelen interpretarse como falta de respeto, de interés o de sensibilidad.

-  Otro factor a tener en cuenta es crear un CLIMA DE CONFIANZA, las pautas para realizarlo son:
  • Ofrecer seguridad. Confidencialidad.
  • Mostrar nuestro respeto juicios de valor; por mucho que no compartamos lo que nos están diciendo.
  • Ser empáticos/as
  • Transmitir nuestra actitud de ayuda y colaboración, nunca de crítica agresiva.
  • Mantener una conducta no verbal próxima.
  • Respetar la palabra que le hayamos dado.
  • Ser "naturales". No sobreactuar ni teatralizar.
  • Aceptar los comentarios negativos que puedan hacernos sobre nosotros/as mismos/as. ACEPTAR no es compartir, pero es RESPETAR.

- ¿ Cuándo y cómo otorgar confianza?
Después de haber observado, analizado y evaluado a la otra persona. Cuando sentimos que podemos empezar a dar pequeñas señales de confianza. La confianza total tendrá que ganarse con esfuerzo, mediante la congruencia entre lo que expresa la otra persona y sus conductas; por tanto, su comportamiento y sus actitudes ratifican ese principio de confianza.

- Es importante que asumamos que ¡nadie tiene derecho a forzarnos!; asimismo, ¡no tenemos derecho a forzar! 
"La confianza, como los sentimientos, no se fuerzan; se sienten o no se sienten".

(Taller realizado por: La psicóloga, Nuria Esther Vega López para el grupo de "Empoderadas" del Ayuntamiento de Santa Lucía de Las Palmas de Gran Canaría) 


LA EMPATÍA


"PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO/A

- Empatía es llegar a saber por qué nuestro/a interlocutor/a muestra determinadas conductas o emociones, y a qué obedecen sus actitudes.


- Ser empáticos/as no quiere decir que estemos de acuerdo con los pensamientos o los sentimientos de la otra persona. 




- Empatía significa comprensión y respeto, pero eso no es sinónimo de aceptación. 


- Para nuestro/a interlocutor/a será muy importante que nosotros/as sepamos entender lo que le pasa; si siente que somos EMPÁTICOS/AS nos contará sus problemas, sus emociones positivas y negativas.


- La empatía también es poder de observación y nos será muy útil a nosotros/as mismos/as. Nos permitirá captar los cambios bruscos de las personas que nos rodean; esas señales en sus GESTOS o en sus PALABRAS que nos indicarán que está bajo los efectos de un sentimiento o una emoción importante. Nos ayudará a percibir las expresiones que denotan oposición, escepticismo, ironía, hostilidad, conformidad, aceptación,...




PARA POTENCIAR NUESTRA EMPATÍA UTILIZAREMOS LOS SIGUIENTES RECURSOS:

a) LA OBSERVACIÓN de la conducta no verbal.

análisis de la conducta no verbal. Este tipo de lenguaje es el que refleja los sentimientos y las emociones de las personas.
Ante una discrepancia entre la CV y CNV, la que prevalece y nos dice la verdad es la CNV.

b) LA ESCUCHA, tanto de la conducta verbal como no verbal.

La escucha ACTIVA. Más importante que hablar será escuchar.
Mostraremos una actitud cercana, miraremos a nuestro/a interlocutor/a, reforzaremos su comunicación con gestos que muestren interés o aprobación.
Cuando lo estimemos necesario, formularemos preguntas aclaratorias, enfatizaremos determinados contenidos de la conversación, resumiremos los puntos más importantes,...

c) LA COMPRENSIÓN de la conducta verbal y no verbal.

Mostraremos nuestra comprensión a nivel no verbal si:
  • Miramos con interés a nuestro interlocutor.
  • Nuestros gestos se corresponden con el contenido de la comunicación (reflejan alegría, tristeza, preocupación,...)
  • Aprendemos a manejar nuestras emociones, sin juzgar a los demás precipitadamente, tomando como referencia inicial el respeto por uno/a mismo/a y por la otra persona.


A nivel verbal, mostraremos nuestra comprensión si:

  • Transmitimos a la otra persona que asumimos su problema sin ambigüedades.
  • Profundizamos en la información que nos facilita a través de preguntas clave.
  • Mostramos explícitamente nuestro apoyo.
- ¿Ser sensible es ser empático/a? En principio, las personas más sensibles tienen más facilidad para ser empáticas; no obstante, la sensibilidad nos juega malas pasadas, ya que dejamos de ser objetivos/as y sufrimos inútilmente.

- "Ponerse en el lugar del otro/a" es acercarse a su postura y comprender lo que le sucede desde el respeto y la compasión.

No vivir en nuestras propias carnes lo que el otro/a está sintiendo, pues ésa es una experiencia que sólo puede vivir la persona afectada. 
Nuestra labor es llegar a vislumbrarla sin dejarnos cegar por su intensidad.



- Hay una falsa empatía que nos hace sentirnos muy vulnerables. Son las personas comprensivas a las que todo el mundo cuenta sus problemas. Ellas lo viven en primera persona y, con frecuencia, lo pasa peor que sus interlocutores/as que, en muchas ocasiones, lo que querían era desahogarse y, una vez conseguido, se quedan tranquilos, trasladando el problema a las personas que les ha servido de "paño de lágrimas".


¡CUIDADO, HAY QUE PONER LÍMITES!





(Taller realizado por: La psicóloga, Nuria Esther Vega López para el grupo de "Empoderadas" del Ayuntamiento de Santa Lucía de Las Palmas de Gran Canaría)


ARMARNOS PARA DESARMAR


La verdadera comunicación empieza con la escucha. Una actitud atenta, cercana y paciente comunica más que la mayoría de nuestros discursos.

Los ojos son los que más transmiten. Con la mirada podemos crear un clima de confianza o crispación.


Podemos conseguir que no nos afecten las críticas destructivas, de la misma forma que podemos aprender de las críticas positivas.


Lo importante no es lo que nos digan los demás, sino lo que nos decimos nosotros/as mismos/as. Si controlamos nuestro "dialogo interno" conseguiremos que nuestro bienestar dependa de nosotros/as, no de lo que opine el resto.


Podemos salir de los "puntos muertos", proponiendo acuerdos razonables.


Para que alguien te comprenda es importante que se sienta querido/a, no agredido/as.


Transmitamos afecto y recibiremos cariño. 




Aunque las circunstancias resulten complicadas, aunque tengamos en frente a una persona encolerizada, con nuestra actitud podemos conseguir que, poco a poco, esas personas se sientan escuchadas y lleguen un momento en que pueda producirse una aproximación o un principio de acuerdo que nos termine llevando al diálogo.






- No resulta sencillo mostrarnos pacientes cuando creemos que la otra persona está confundida o alterada y no escucha nada. Nuestra actitud tranquila, de acercamiento e interés hacia lo que el/la otro/a está diciendo será la llave que abra la puerta hacia un cambio en la actitud de nuestro interlocutor, ya que una vez que se ha sentido escuchado/a, está en condiciones de empezar a escuchar o, al menos, sin sentir necesidad de agredir.


- A veces hay que esperar horas, incluso días, hasta que llega el momento propicio en que la otra persona realmente está abierta al diálogo y no se siente agredida por nuestras palabras o consideraciones.


- Pretender hablar cuando el/la otro/a no está en condiciones de escucharnos resulta tan estéril como contraproducente. Lo único que conseguimos es alimentar su carga negativa, reforzar sus ideas irracionales, aumentar el distanciamiento y las diferencias... ¿Es éste nuestro objetivo?


- Aunque pensemos que nuestro caso es diferente, que es imposible poder llevar a la práctica lo que hemos aprendido; sin embargo, en casos aparentemente desesperados, hay algo que siempre podemos conseguir: sentirnos bien con nuestra actitud y hacer que la otra persona se sienta escuchada... ¡Y eso ya es muchísimo!




- Nuestro/a interlocutor/a puede estar preso/a de cólera, inmerso/a en una crisis de mutismo, de desesperanza o de apatía extrema; pero siempre se sentirá sorprendido/a cuando vea que no lo/a atacamos, que no intentamos convencerlo/a de algo, que paradójicamente, aunque crea que estamos en desacuerdo con su manifestaciones, estamos haciendo un esfuerzo enorme por escucharle; por intentar comprender sus argumentos o su situación emocional... En definitiva, por acercarnos a él/ella y tratar de buscar un punto de encuentro: "Armarnos con nuestras habilidades comunicativas para desarmar al otro/a y acercar posturas desde el respeto".


- No nos empeñemos en una confesión pública, sería absurdo; disfrutemos de lo conseguido, establezcamos nuevas vías de comunicación y adoptemos una actitud cercana y relajada, que al otro/a le permita "conectarse" sin necesidad de humillarse. Aprendamos a fomentar la confianza en nuestra comunicación. 




- Nuestro éxito depende de cada caso particular, pero iniciar una comunicación con la actitud adecuada facilitará la negociación posterior.


- Permanecer callado/a en muchas ocasiones es la mejor respuesta, pero a veces nuestro silencio puede ser interpretado como un desafío. Es el momento de decir a la otra persona que respetamos su criterio y sus opiniones, y que pensaremos detenidamente lo que nos ha dicho. Todo esto sin dejar de mostrarnos cercanos con la MIRADA, suaves con el GESTO (esbozando apenas una mueca, una débil SONRISA), pero dispuestos/as a dejar la conversación en ese punto, pues ya alcanzamos todo lo que podíamos conseguir: lograr que la otra persona se sintiese ESCUCHADA, RESPETADA Y VALORADA. 
     


(Taller realizado por: La psicóloga, Nuria Esther Vega López para el grupo de "Empoderadas" del Ayuntamiento de Santa Lucía de Las Palmas de Gran Canaría)



COMUNICAR, AUTONOMÍA Y SEGURIDAD


- Premisa fundamental: Creer en nosotros/as mismos/as, la mejor forma de transmitir seguridad es que nos sientan seguros/as.

- El ser humano aprende por modelos, es decir, a través de lo que ve y de lo que le han enseñado de manera práctica.


- En ocasiones, podemos sentirnos seguros/as en algunas áreas de nuestra vida, pero quizás no nos sintamos fuertes a la hora de transmitir ciertas cosas a nuestra pareja, nuestros hijos,...; no obstante, actuemos con confianza y no cedamos ante la inseguridad y el miedo, pues son los enemigos de una comunicación fluida y eficaz.


- Tomemos como ejemplo a los/las niños/as, para transmitirles seguridad, credibilidad, tranquilidad y generar en ellos/as el equilibrio y la autonomía que necesitan asumiremos las siguientes pautas como básicas; asimismo, estas pautas pueden ser generalizadas a cualquier relación que establezcamos:




1. Alcanzar el máximo acuerdo en relación a la forma de actuar.


2. Actuar con convicción, con calma, con decisión y dialogando.


3. Transmitir nuestra confianza en ellos/as.


4. Crear un ambiente relajado y cordial, donde el sentido del humos juegue un papel importante.


5. Intentar ser realistas.


6. Potenciar sus habilidades e intentar mitigar sus déficits.


7. Mostrar la importancia y el valor del esfuerzo.


8. Ayudar a aceptar las peculiaridades de cada persona.


9. Los éxitos o fracasos (escolares, laborales, personales...) serán una parte más de las cosas que ocurren en la vida, no lo único importante en sus vidas.


10. Valorar al máximo su forma de relacionarse con los demás. 


11. Intentar mostrarnos esperanzados/as.


12. Asumir las rectificaciones como un hecho natural de la vida.


13. Fomentar el valor de la tolerancia y el aprendizaje.







"Tus palabras son muy poderosas para los niños, úsalas con sabiduría".








- El conocimiento nos proporcionará tranquilidad en nuestra relación con los/as niños/as nos enseñará a ser más perseverantes, a no insistir en discursos, a no ser ingenuos/as, a unificar criterios, a intervenir, a no sucumbir en las crisis, a confiar en nuestros progresos...; en definitiva, a transmitirles confianza, seguridad y autonomía. 




(Taller realizado por: La psicóloga, Nuria Esther Vega López para el grupo de "Empoderadas" del Ayuntamiento de Santa Lucía de Las Palmas de Gran Canaría)



CONOCERNOS BIEN PARA COMUNICAR BIEN


- Entre lo que nos gustaría ser y hacer y lo que realmente podemos ser y hacer hay un auténtico abismo.

- Es importante conocernos para encajar nuestros deseos en nuestras auténticas posibilidades; por tanto, nuestra elección deberá basarse en nuestro potencial y no solo en nuestro deseo.


Preguntarnos: ¿Cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles, nuestras habilidades, competencias, carencias,...?


- ¿Y la voluntad?...

"La voluntad, por si misma, no es sinónimo de 
triunfo; la voluntad para ser valiosa, deberá estar subordinada a la inteligencia".




- Poner toda nuestra voluntad en algo que se escapa a nuestro potencial sólo nos lleva a provocar en nosotros/as un sentimiento de frustración, fracaso, impotencia, insatisfacción e infelicidad. Querer cortar un árbol sin hacha, ni sierra, ni madera,... ¿es posible?

- Al aceptar nuestras habilidades y limitaciones evitamos sufrimientos inútiles, inseguridades y desvalorizaciones absurdas. Es preferible el sufrimiento puntual que nos produce la toma de conciencia ante la imposibilidad de conseguir una meta demasiado alta, a la agonía que se manifiesta en el día de una realidad que nos sobrepasa y nos provoca situaciones límites y desgastantes. 




- La debilidades pueden mejorarse, ¡por supuesto!, lo que no es aconsejable es obviarlas ni obsesionarnos con ellas. Nuestra misión será conocerlas primero, para tratar de superarlas después; nuestro potencial lo pondremos al servicio de este objetivo.


- Cuando nos parezca que la humanidad está en nuestra contra, tomemos un poco de distancia y tratemos de analizar la situación como espectadores; de esta forma profundizaremos en el desarrollo de nuestra inteligencia, pues no olvidemos que: 

               "La inteligencia es la capacidad de dirigir el comportamiento" 


- Para reforzar la conducta deseada, tomaremos por norma: premiarnos de vez en cuando y siempre que nos encontremos de baja forma.


- El/La niño/a necesita del afecto y de la aprobación de su entorno para sobrevivir; la persona adulta tiene otras defensas, pero también necesita sentirse reforzada de vez en cuando y, fundamentalmente, cuando está decaída.


- ¡Cuidado! Premiarnos no quiere decir necesariamente "regalarnos algo material"; puede que el mayor regalo que podamos hacernos es "dejarnos un poco de tiempo para nosotros".




- Los problemas no se solucionan únicamente pensando en ellos y dándoles vueltas y vueltas; se solucionan mejor cogiendo distancia, analizándolos con objetividad (y nada favorece más a la objetividad, que sentirnos bien física y anímicamente) y, además, enfocándolos con cierto humor y una actitud positiva, que no tiene que estar reñida con una actitud realista.


- Al igual que los grandes problemas conviene que los cortemos y dividamos en problemas más pequeños y accesibles; también conviene que no premiemos cada poco tiempo.


- Lo importante no es premiarnos cuando hayamos conseguido una meta, sino durante el proceso para llegar a la misma. La mayoría de las veces el camino a recorrer es arduo y desmotivante; cuando todo parezca volverse en contra y no encontremos ninguna señal positiva que nos ayude a sonreír y salir de esa crisis, ése será el mejor momento para reforzarnos, para darnos algún premio, para mimarnos y decirnos todo lo que nos queremos. 




"Nuestro lenguaje forma nuestras vidas y hechiza nuestro pensamiento".

(Albert Einstein)

(Taller realizado por: La psicóloga, Nuria Esther Vega López para el grupo de "Empoderadas" del Ayuntamiento de Santa Lucía de Las Palmas de Gran Canaría)