"VENGO DESDE EL AYER"

Este maravilloso poema obtuvo el primer premio en el concurso de poesía "Gabriela Mistral" en Quito, Ecuador y la autora es JENNY LONDOÑO. Esta extraordinaria mujer es una activista a favor de la equidad y los derechos de las mujeres.
FELICIDADES JENNY LONDOÑO por esa maravillosa descripción de la historia de la mujer a través de los siglos.





Vengo desde el ayer
desde el pasado oscuro y olvidado
con las manos atadas por el tiempo
con la boca sellada desde épocas remotas.

Vengo cargada de dolores antiguos,
recogidos por siglos, arrastrando
cadenas largas e indestructibles.

Vengo desde la oscuridad, del pozo del olvido
con el silencio a cuestas, con el miedo ancestral
que ha corroído mi alma desde el principio de los tiempos.

Vengo de ser esclava por milenios,
esclava de maneras diferentes:
sometida al deseo de mi raptor en Persia,
esclavizada en Grecia bajo el poder romano,
convertida en vestal en las tierras de Egipto,
ofrecida a los dioses en ritos milenarios
vendida en el desierto
o canjeada como una mercancía.

Vengo de ser apedreada por adúltera
en las calles de Jerusalén
por una turba de hipócritas,
pecadores de todas las especies
que clamaban al cielo mi castigo.

He sido mutilada en muchos pueblos
para privar mi cuerpo de placeres
y convertida en animal de carga,
trabajadora y paridora de la especie.

Me han violado sin límite
en todos los rincones del planeta
sin que cuente mi edad madura o tierna
o importe mi color o mi estatura

Debí servir ayer a los señores,
prestarme a sus deseos,
entregarme, donarme,
destruirme, olvidarme de
ser una entre miles

He sido barragana de un señor en Castilla,
esposa de un marqués
y concubina de un comerciante griego,
prostituta en Bombay y en Filipinas
y siempre ha sido igual mi tratamiento.

De unos y de otros siempre esclava,
de unos y de otros dependiente,
menor de edad en todos los asuntos,
invisible en la historia más lejana
y olvidada en la historia más reciente

Yo no tuve la luz del alfabeto.
Durante largos siglos
aboné con mis lágrimas
la tierra que debí cultivar
desde mi infancia.

He recorrido el mundo
en millares de vidas
que me han sido entregadas
una a una .

Y he conocido a todos 
los hombres del planeta.
Los grandes y pequeños,
los bravos y cobardes,
los viles, los honestos,
los buenos, los terribles

Mas casi todos llevan
la marca de los tiempos.
Unos manejan vidas
como amos y señores,
asfixian, aprisionan y aniquilan.

Otros dejan almas
comercian con ideas,
asustan o seducen,
manipulan y oprimen.

Yo los conozco a todos,
estuve cerca de unos y de otros,
sirviendo cada día,
recogiendo migajas,
bajando la cerviz a cada paso,
cumpliendo con mi karma.

He recorrido todos los caminos
he arañado paredes y ensayado silencios
tratando de cumplir con el mandato
de ser como ellos quieren
mas no lo he conseguido.

Jamás se permitió que yo escogiera
el rumbo de mi vida.
He caminado siempre en una disyuntiva
ser santa o prostituta.

He conocido el odio de los inquisidores
que a nombre de la santa madre iglesia
condenaron mi cuerpo a su servicio
y a las infames llamas de la hoguera

Me han llamado de múltiples maneras:
bruja, loca, adivina, pervertida,
aliada de satán, esclava de la carne,
seductora, ninfómana, culpable de los
males de la tierra

Pero seguí viviendo, arando,
cosechando, cosiendo,
construyendo, cocinando, tejiendo,
curando, protegiendo, pariendo,
criando, amamantando, cuidando
y sobre todo amando

He poblado la tierra de amos y
de esclavos, de ricos y mendigos, 
de genios y de idiotas,
pero todos tuvieron el
calor de mi vientre,
mi sangre y su alimento
y se llevaron un poco de mi vida

Logré sobrevivir a la conquista
brutal y despiadada de Castilla
y en las tierras de América
pero perdí mis dioses y mi tierra
y mi vientre parió gente mestiza
después que el amo
me tomó por la fuerza.

Y en este continente mancillado
proseguí mi existencia
cargada de dolores cotidianos,
negra y esclava en medio de la hacienda
me vi obligada a recibir al amo
cuantas veces quisiera
sin poder expresar ninguna queja.

Después fui costurera, campesina,sirvienta, 

labradora, madre de muchos hijos miserables, 
vendedora ambulante,curandera, 

cuidadora de niños o de ancianos,
artesana de manos prodigiosas, 
tejedora, bordadora, obrera, 

maestra, secretaria, enfermera

Siempre sirviendo a todos,
convertida en abeja o sementera
cumpliendo las tareas más ingratas
moldeada como cántaro por las manos ajenas.

Y un día me dolí de mis angustias
un día me cansé de mis trajines,
abandoné el desierto y el océano,
bajé de la montaña,
atravesé las selvas y confines
y convertí mi voz dulce y tranquila,
en bocina del viento
en grito universal y enloquecido.

Y convoqué a la viuda, a la casada,
a la mujer del pueblo, a la soltera,
a la madre angustiada, a la fea,
a la recién parida, a la violada,
a la triste, a la callada, a la hermosa,
a la pobre, a la afligida, a la ignorante,
a la fiel, a la engañada, a la prostituida.

Vinieron miles de mujeres juntas
a escuchar mis arengas,
se habló de los dolores milenarios,
de las largas cadenas
que los siglos nos cargaron a cuestas.

Y formamos con todas nuestras quejas
un caudaloso río que empezó a
recorrer el universo
ahogando la injusticia y el olvido

El mundo se quedó paralizado
los hombres y mujeres no caminaron
se pararon las máquinas, los tornos,
los grandes edificios y las fábricas
ministerios y hoteles, talleres y oficinas,
hospitales y tiendas, hogares y cocinas.

Las mujeres, por fin, lo descubrimos.
¡Somos tan poderosas como ellos
y somos muchas más sobre la tierra!
¡Más que el silencio y más que el sufrimiento!
¡Más que la infamia y más que la miseria!

Que este canto resuene 
en las lejanas tierras de Indochina
en las arenas cálidas del África,
en Alaska y América Latina,
llamando a la igualdad entre los géneros
a construir un mundo solidario
–distinto, horizontal, sin poderíos 

a conjugar ternura, paz y vida,
a beber de la ciencia sin distingos.

A derrotar el odio y los prejuicios,
el poder de unos pocos,
las mezquinas fronteras,
a amasar con las manos de ambos sexos
el pan de la existencia.

(JENNY LONDOÑO)



LA VIOLENCIA

























EL ENFADO


El enfado es, ante todo, una respuesta adaptativa de nuestro organismo. Es normal que nos enfademos cuando algo nos molesta. Lo que puede resultar peligroso es la frecuencia y la intensidad del enfado. Si nos enfadamos siempre y por todo lo más probable es que vivamos en una especie de angustia constante que nos impida disfrutar incluso de los más placenteros.

“¿Qué hacer ante los enfados?”

1º Muy importante. Descubrir la causa. Enfadarse suele ser a menudo la manifestación de otros sentimientos. Pueden ser la inseguridad (por que te da miedo que los demás descubran tus limitaciones y que no eres perfecto), los celos o la envidia (por que te sientes desplazado, o menos que los demás) ó la dependencia (por que pretendes que todo gire a tu alrededor, lo cual es... imposible)

2º Intenta resolver tus problemas con quien en verdad los tengas. No pagues con otra persona que no tiene nada que ver... Las dificultades que han surgido a lo largo del día.

3º Habla de tus problemas si no puedes resolverlos. No acumules agresividad ni la expreses sin control.

4º Expresa de forma adecuada tu enfado. No permitas que los nervios te hagan perder la compostura y exprésate educadamente dando prioridad a tus sentimientos.

5º Pide disculpas. Si tus enfados son desproporcionados, reconocerlo te ayudará a ser consciente de la necesidad de que debes expresarlos de otra manera. 

 Pero Ojo: No es suficiente. Hay que cambiar.


Esta es la definición sobre el enfado y el "enfado patológico" que nos hace Bernabé Tierno en su libro Psicológica Práctica de la Vida Cotidiana.