DIEZ LADRONES DE TU ENERGÍA



1- Deja ir a personas que sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un bote para echar su basura, procura que no sea en tu mente.

2- Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a quién te debe o elige dejarlo ir, si ya es imposible cobrarle.

3- Cumple tus promesas. Si no has cumplido, pregúntate por qué tienes resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a compensar, a renegociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida; aunque no como costumbre. La forma más fácil de evitar el no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO desde el principio.

4- Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas.

5- Date permiso para descansar si estás en un momento que lo necesitas y date permiso para actuar si estás en un momento de oportunidad.

6- Tira, levanta y organiza, nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas.

7- Da prioridad a tu salud, sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Tómate algunos descansos.

8- Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, desde rescatar a un amigo o a un familiar, hasta tolerar acciones negativas de una pareja o un grupo; toma la acción necesaria.

9- Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar.

10-Perdona, deja ir una situación que te esté causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo.

Dalai Lama




LA FELICIDAD DEL PEREGRINO


Cuentan que un peregrino viajaba de ciudad en ciudad en busca de las respuestas a sus preguntas. 
Había llegado a grandes ciudades que ocupan extensas planicies, a pequeñas aldeas de pocas casas, a ciudades amuralladas y con castillos, monasterios y cuarteles. A ciudades con hermosos jardines colgantes, a otras construidas junto a cascadas, a ciudades flotantes que parecían crecer como nenúfares sobre lagos, a poblaciones levantadas sobre montañas y aun junto al mar. 
Conocía toda clase de ciudades, todas distintas, aunque todas tenían una característica en común: en ninguna de ellas encontró gentes felices.
El peregrino buscaba el secreto de la felicidad, pues esa era para el la riqueza mas valiosa, ese era el conocimiento más preciado, el más valioso don. Por ello viajaba y viajaba. 
Llegó un día que no recordaba nada de su vida que no fuera viaje, e incluso esos recuerdos se confundían en su mente. Y ese día descubrió, en lo hondo de un valle, una nueva ciudad, una que nunca había visto. No era ni demasiado grande ni demasiado pequeña, sus casas no eran ni demasiado altas ni demasiado bajas y todo en ella denunciaba una ciudad normal. Solo eso. O eso le parecía.
No obstante, a medida que se acercaba a la ciudad descubrió que había algo extraño en ella. No la rodeaban murallas ni había guardias, las puertas estaban abiertas y los pobladores se movían de allá para acá apresurados y entre cantos y bromas. 

Cuando al fin entró en la ciudad se dirigió a un hombre que paseaba y le preguntó:
-¿Que ciudad es esta? ¿Porque hay tanta agitación?
Y el paseante muy amable respondió:
-Bien veo que sois extranjero. Esta es la ciudad sin nombre y precisamente hoy celebramos la fiesta más importante del año, el día de nuestra independencia.
-¿Y como lo celebráis? ¿Con bailes, con un gran banquete?
-No amigo-respondió entre risa el ciudadano-.Lo celebramos con un gran entierro y plantando un jardín. ¿Os sorprende? Seguidme y lo entenderéis.
Y así vecino y peregrino recorrieron la ciudad, mientras el primero explicaba al segundo cómo se hacían las cosas en la ciudad.
-¿Veis todos aquellos jardines, allí? Cada uno es recuerdo de un año de nuestra ciudad. Y ahora os mostraré el lugar en el que preparamos el de este año.
Caminaron hasta una plaza donde se había excavado una zanja de varios metros de profundidad: Apoyadas en las paredes de las casas habían montones de flores y plantas, en macetas y jardineras. El peregrino, no obstante, no acababa de entender cómo aquel agujero profundo podía transformarse en un jardín ¿Por qué lo hacían tan hondo? ¿Cómo lo rellenarían? Y lo pregunto a su nuevo amigo.
-Muy fácil- le respondió el vecino -. Os dije que celebrábamos un entierro. Pues bien se trata del entierro de los Debería. Cada ciudadano trae hoy aquí todos los objetos que representan sus obligaciones, todos los elementos que ya no le son útiles, todo aquello que debería hacer..., debería cambiar..., debería mejorar...y lo arrojamos a la zanja. Cuando todos lo hemos hecho, lo cubrimos con tierra y nos despedimos de los debería. Y encima plantamos una planta por cada nuevo propósito.
Así plantamos: "Yo podré"..., "Yo lograré"..., "Yo conseguiré"... y, sobre todo mucho "Yo deseo"...Así es como nacen nuestros maravillosos jardines.
El peregrino se quedó en silencio observando cómo las gentes del lugar se acercaban alegres cargadas de ropas, libros, utensilios, herramientas...
Cómo niños y mayores se turnaban en ir llenando el vacío que se abría a sus pies con pensamientos y obligaciones que les impedían ser felices.
En silencio, se acerco al borde de la zanja y él también lanzo su bastón y su bolsa, todo lo que le ataba al pasado de búsqueda y viaje. Ya no debería seguir viajando. 

Había aprendido que el secreto de la felicidad está en la libertad de seguir el dictado del propio corazón y no las leyes de la razón.
Y allí se quedo para siempre jamás.
En la ciudad donde no existía el debería encontró la felicidad.

Reflexión:
Nuestro ego es el eco de las voces de nuestro pasado.

Del libro: "Lo que no se ve" de Frederic Solergibert




EL LABERINTO DE LA FELICIDAD






Ariadna es una mujer de 33 años perdida en un laberinto. Para escapar de él debe hallar respuesta a las cuestiones existenciales que duermen en su interior: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿para qué vivo? Ella es la protagonista de este libro, una fábula inspiradora sobre el sentido de la vida.

La búsqueda de la felicidad ha sido y es una constante en la historia de la humanidad y en la vida de todo ser humano. Pero ¿qué es exactamente la felicidad? ¿De qué manera podemos alcanzarla? Como si fuera una mariposa difícil de atrapar, la ciencia y la filosofía siempre han intentado saber dónde se posa: ¿en los bienes materiales?, ¿en las personas queridas?, ¿o es sólo una utopía? En definitiva, ¿ser feliz es una meta o una manera de andar por el mundo?

Esta fábula ilustra entre muchas otras cosas: la importancia de conocerse uno mismo, el placer de los sentidos, la ternura como bálsamo que todo lo cura, el sentido que damos a lo que nos sucede, nuestros miedos como obstáculos, la risa: disolvente universal de las preocupaciones, los sueños y anhelos como combustible espiritual y el banco universal del amor.





"Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar, 
te encontrarás a ti mismo, y esa, solo esa, puede ser la más feliz, 
o la más amarga de tus horas". 
(Pablo Neruda)


-EL BOSQUE DE LOS LAMENTOS 

-LOS MUROS DEL LABERINTO
  • Para cada uno el sentido de la vida es diferente.
-LA BOCA DE LA VERDAD

-EL BANCO DEL AMOR
  • Soy lo que decido ser.
  • Muchos han olvidado el arte de dar y recibir amor.
  • Gestiona un amor sin intereses, porque se da libremente sin esperar nada a cambio.
  • Sea lo que sea lo que inviertas, siempre te saldrá a cuenta y multiplicará su valor.
  • También se puede realizar ingresos de mucho valor, como perdonar, callar a tiempo, agradecer los gestos de otros.
  • "El amor es una divisa que nunca pierde valor en la bolsa de la vida". 
  • Cada persona es un banco de amor.
-LA POSADA SIN SUEÑOS
  • Los que no sueñan están muertos en vida.
-EL CAFÉ DEL LABERINTO
  • Limpiar la conciencia.
  • Los tres escalone 1º La opinión que tenemos de los demás, que solo sirve para crear prejuicios. 2º Es la opinión que creemos de los demás tienen de nosotros, que genera miedos, engaños y malentendidos. 3º Es la opinión que tenemos de nosotros mismos, que hace que nos miremos el ombligo e inventamos problemas.
  • Conviene limpiar de vez en cuando las opiniones de estos tres escalones para lograr un vida auténtica y feliz. 
-LA HISTORIA DEL ASTRONAUTA

* Te lo explicaré con una historia que me contó un lama que conocí en un monasterio del Tibet: Un hombre cumplió su sueño de viajar a la luna, pero, durante el alunizaje, el cohete se averió sin remedio. Él siempre había deseado ir hasta allí, pero se encontró con que no podía regresar a la Tierra y le quedaba sólo oxígeno para tres días. En ese tiempo era imposible que pudiera mandarle otro cohete para recogerlo o traerle más oxígeno. El astronauta supo entonces, por primera vez en su vida, que era exactamente lo que quería: volver a la Tierra para llevar allí una vida simple y feliz. ¡Tuvo que viajar hasta la luna para valorar algo que tenía tan cerca!
  • La mayoría de obstáculos que encontramos en nuestro camino a la felicidad son imaginario. Los creamos nosotros; es decir son nuestros miedos. 
  • ¿Por qué creamos nuestros propios obstáculos? Porque nos da miedo llegar a los lugares que hemos soñado.
  • Cumplir un sueños siempre da miedo, porque estamos acostumbrados a lidiar con la dificultades, pero no a recibir regalos de la vida. Por eso a menudo nos boicoteamos poniendo muros entre nosotros y lo que queremos conseguir.
  • Todos vemos la felicidad en lo que está lejos, pero en la realidad la tenemos mucho más cerca de lo que imaginamos.
  • Los obstáculos son trampolines que sirven para ir a lugares a los que nunca habríamos llegado por nosotros mismos. 
  • La mayoría de los obstáculos que encontramos los creamos nosotros; porque tenemos miedo a cumplir nuestros sueños. 
  • La felicidad siempre está más cerca de lo que imaginamos aunque lo busquemos lejos. 
-AL CENTRO DEL LABERINTO 
  • Vengo de mi misma
-LA CAVERNA DEL PIGMEO
  • La risa es el disolverte universal de las preocupaciones.
  • Por muy pequeñita que sea tu ventana el cielo sigue siendo igual de grande.
-EL HOMBRE DEL SURCO
  • Buscando la verdad te puedes quedar enterrado en el surco.
-PREDECIMOS CON EL PASADO
  • Según el pasado está escrito tu futuro y no solo en lo que hiciste o en lo que te sucedió. 
  • También tus creencia pasadas han creado tu futuro: Lo que crees es lo que creas. 
  • Al proyectar tus sueños empezaste a construirlos.
  • Hay muchas cosas que elegimos inconscientemente porque deseamos que sucedan.
  • Para nacer primero hay que morir
  • El laberinto de la felicidad es en realidad una jaula con la puerta abierta. (Es ver lo esencial). 
  • ¿Quién eres? "Soy lo que yo decido ser".
  • ¿De donde vienes? "Vengo de mi misma". 
  • ¿A donde vas? "Al centro de mi misma".
-EL CAMINO DE LA MARIPOSA
  • La felicidad no se busca, se encuentra. 
  • La felicidad no es una meta, sino un perfume que se desprende de aquello que está bien hecho. 
  • Una puesta de sol, la caricia de un cachorro, la mirada de un ser amado, una canción sublime, un momento inolvidable no se puede capturar.
*"Casar una mariposa es como cazar el alma" Mariposa en griego significa ·psíké· que significa alma. Cazar una mariposa es como cazar el alma, y el alma se pone en las cosas pero no está en las cosas. Es como el perfume de la felicidad.

-LOS NÓMADAS DE LA LUNA
  • Ahuyentamos nuestros miedos para que salgan volando.
-EL REVISOR DE VIDAS
  • Espantamiento
-EL ATRAEPÁJAROS
  • Que no sepas algo no significa que no exista.
  • Bajo nuestros miedos se encuentra el tesoro que andavamos buscando.
  • El miedo es una oportunidad porque te permite conocer lo que estás buscando
  • EL MIEDO ES EL MIEDO DE DESCUBRIR LO QUE NECESITAS ENCONTRAR.
  • A las personas que le aterran la idea de morir en realidad tienen un gran anhelo a la vida, pero no se atreven a vivirla según le dicta su corazón. Por eso teme morir porque le causa amargura abandonar este mundo sin haber cumplido su misión.
  • No es tan fácil encontrar el sentido de la vida.
-EL SECRETO DEL CAMARERO
  • El sentido de la vida es diferente para cada persona y es uno mismo quien lo debe descubrir.
  • La oportunidades trae tres posibles resultados que depende de la actitud. 
  • Los tres posibles resultados son: 1º Que la persona cuando se marche de tu lado se vaya peor de lo que llegó, si lo tratas de manera grosera. 2º Puede irse igual como ha venido, si lo tratas con indiferencia o 3º Tienes la oportunidad de que se marche mejor de lo que llegó, si le regalas un poco de amabilidad.
  • Ese es el sentido de la vida, que es el contacto con los demás. 
  • Nuestro reto es que su vida sea un poco mejor después de estar con nosotros.
  • Cada contacto con una persona es una oportunidad para mejora tu vida.
-EL ÚLTIMO VUELO DE LA MARIPOSA
  • La fe y el amor te produce fuerzas.
-LA CASA DE LA ÚLTIMA PREGUNTA
  • ¿Qué haces aquí? ¡VIVIR!
  • La felicidad es elegir. Mejor dicho, es vivir sin miedo a elegir.
  • Nos perdemos en el laberinto cuando permitimos que elijan por nosotros. Porque uno es aquello que elige ser, pero también aquello que renuncia ser.
-EL CENTRO DEL LABERINTO
  • La esperanza
  • Abrazar el niño interior
-LA GRAN LOTERÍA DE LA VIDA
  • Es más fácil caminar entre muros que hallar el propio camino.
  • Tú eres tu propio camino. Si te eres fiel, allí donde estés te encontrarás siempre en el centro del laberinto
-ESTA ES LA HISTORIA DE ALGUIEN QUE LO HABÍA PERDIDO TODO Y SE ENCONTRÓ A SÍ MISMO (SU MAYOR TESORO) EN EL CENTRO DEL LABERINTO.



PISTAS PARA LLEGAR AL CENTRO DEL LABERINTO

-"La sabiduría suprema es tener sueños lo bastante grandes para no perderlos de vista mientras los persigues". (William Faulkner)

-"Nunca serás feliz de verdad si buscas incesantemente en qué consiste la felicidad. Nunca vivirás de verdad si buscas incesantemente el sentido de la vida". 
(Albert Camus)

-"Algunos persiguen la felicidad, otros la crean". (Anónimo)

-"Son tus decisiones y no el azar lo que determina tu destino". (Jean Nidetch)

-"Cuando mi sufrimiento se incrementó, pronto me di cuenta de que había dos maneras con las que podía responder a la situación: reaccionar con amargura o transformar el sufrimiento en una fuerza creativa. Elegí esta última". 
(Martin Luther King)

-"Algunos están dispuestos a cualquier cosa menos a vivir aquí y ahora". 
(John Lennon)

-"No se puede defender lo que no se ama, y no se puede amar lo que no se conoce". (Anónimo)

-"Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestra verdadera meta si vivimos... Los días son frutos y nuestro papel es comerlos". (Jean Giono)

-"La felicidad no está en las cosas que haces, sino en cómo haces esas coas: con felicidad". (José María de la Fuente)

-"La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más". (Sören Kierkegaard)

-"Nunca es tarde para ser lo que deberías haber sido". (George Eliot)

-"Las decisiones son las bisagras del destino". (Robert Frost)

-"Decide lo que quieres, decide lo que estás dispuesto a dar a cambio. Establece tus prioridades y ponte a trabajar". (H. L. Hunt)

-"A un discípulo que siempre estaba quejándose de los demás le dijo el Maestro: Si es paz lo que buscas, trata de cambiarte a ti mismo, no a los demás. Es más fácil calzarte unas zapatillas que alfombrar toda la Tierra". (Anthony de Melho)

-"No lleves nunca a cuentas más de un tipo de problema a la vez. Hay quien cargan con tres: lo que tuvieron, lo que ahora tienen y los que esperan tener". 
(Edward Everett Hale)

-Nuestros momentos de más lucidez suelen tener lugar cuando nos sentimos profundamente incómodos, infelices o insatisfechos. Pues es en estos momentos, empujados por nuestra insatisfacción, cuando salimos del camino trillado y empezamos a explorar maneras diferentes de hacer algo o respuestas más certeras".
(M. Scott Peck)

-"No creo que hay ninguna cumbre que no pueda ser escalada por una persona que conozca el secreto para hacer realidad sus sueños. Este secreto especial yo lo resumo en cuatro 'C'. Son la curiosidad, la confianza, el coraje y la constancia. De todos ellos el más importante es la confianza. Cuando creas el algo, créelo sin dudar y sin cuestionarlo". (Walt Disney)

-"La esperanza tiene dos preciosos hijos: su nombre son enfado y valor; enfado al ver cómo son las cosas y valor para permitir que continúen así". (San Agustín)

-"Te valor de vivir. Morir, eso lo sabe hacer cualquiera". (Robert Cody)

-"Acaba cada día y dalo por terminado. Has hecho lo que podías. Sin duda habrá habido errores y absurdos; olvídalos lo antes posible. Mañana será un nuevo día; empiézalo bien, que no lo empañen las nimiedades de ayer". (Ralph Waldo Emerson) 

-"Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo". (Julio Cortázar)

-"No hay más que una manera de ser feliz: vivir para los demás". (Leon Tolstoi)

-"Intenta ser siempre feliz, porque nunca sabes quién se va a enamorar de tu sonrisa". (Anónimo)



"El laberinto de la felicidad" Escrito por Álex Rovira y Francesc Miralles

Ález Rovira es coautor del best seller "La buena suerte"  autor de "La brújula interior" y "Los siete poderes"
Francesc Miralles es especialista en libros de autoayuda, de la novela inspiradora "Amor en minúscula" y de thriller "El cuarto Reino".

Resumen realizado por Inés Estela López





SABER VIVIR


Vive con alegría por lo que tienes y deja de lamentarte por lo que no tienes. 

Empieza a amarte, y deja de culparte. 

Aprende de los errores y equivocaciones; dando con autenticidad y de la mejor manera que sabes y de la que tienes en cada momento.
Ahora se responsable de ti mismo/a, respetando para que te respeten, valorándote para que te valoren.

Si crees de forma negativa, de esa misma manera te trataran.
Todos servimos, nadie es más que tú, ni menos. 


Deja de exigirte y dejarás de exigir a los demás. 
Deja de sentirte un fracaso y la vida te sonreirá. 


Ama y corresponde a tus hijos, ellos son únicos como tú, ponle límites firmes, claros y afectuosos; así de adultos tendrán seguridad en si mismos. 
Los hijos necesitan ser ellos mismos, no lo que tú quieres que sean; ayúdate a ti mismo/a para que les puedas ayudar a ellos. 

Ellos igual que tú se sientes en ocasiones solos, tristes y asustados; tu comprensión y tu amor es lo más que necesitan. 
Pierde el miedo a hablarles, dile cómo te sientes con sinceridad y con amor.


Aprende tus propias lecciones y deja que los demás aprendan las suyas. 

Si te apegas a las personas, situaciones o cosas sufrirás y eso lo puedes evitar. 

Permítete tomar conciencia que tu estancia por aquí es pasajera, que la muerte es tránsito por lo que pasamos todos. 

Si ves la vida como una "escuela" donde has venido a aprender; seguro que tu vida cobra sentido. 

Así que, aprende a conocerte, a estar bien contigo, a hacer lo que sientes que quieres hacer, a vivir en paz. 

Has primero lo que más teme, el miedo limitador hay que traspasarlo, escucharlo y habla con él, hazlo tu amigo. Toma decisiones, ello te hará sentir libre. 
Comunícate con claridad, habla todo por su nombre. 
Lo que hace daño no es lo que dices, sino cómo lo dices. 


Expresa tus sentimientos, no esperes que los demás lo adivinen. 

Vive desde ti, estando contento contigo.

El querer cambiar a los demás es una tarea inútil y agotadora, cambia tú y tu vida cambiará. 


Abrázate, abraza a las personas desde el corazón, quiérete, a todos nos gusta que nos quieran. 

La vida es lo que tú haces de ella.



NO CREO EN EL AMOR...


No creo en el amor de otro que venga a resolverme la vida…. 
Creo en el Amor que mi alma puede generar para llenar mi vida, y así compartir con otra persona la felicidad que ya poseo....

No creo que el amor como un contrato… 

Creo en el Amor maduro que deja espacio para crecer en compañía sin perder nadie su identidad y libertad, ni fomentar los apegos...

No creo en el amor que se tiene que reafirmar con promesas para toda la vida, para que otro se pueda sentir bien, seguro y amado... 

Creo en el Amor que se expresa en cada momento con sutiles detalles y cortesías, con aprecio y amistad, con respeto y consideración…

No creo en el amor que genera estados de propiedad y sometimiento, condicionamientos y exigencias por encima de lo que realmente deseo hacer… 

Creo en el Amor que se brinda con una sonrisa y dulce mirada, donde nadie me tiene que presionar para hacer lo que mi corazón desea…

No creo en el amor eterno... 

Creo en el Amor que dos personas sienten y que deciden compartirlo sin presiones ni exigencias dentro de su presente…

No creo en amores nacidos el uno para el otro... 

Creo en el Amor que surge de la correspondencia energética que nos identifica y une para brindarnos una experiencia de crecimiento, sanación y comprensión…

No creo en el sufrimiento por amor…. 

Creo en el Amor sin apegos para liberarnos de todo sufrimiento...

No creo en amores que coartan y condicionan, que frenan y exigen... 

Creo en el Amor donde te apoyan y están contigo incondicionalmente, donde te aceptan con todo lo mejor y peor de ti… donde cada quien puede crecer y ser, alimentarse por la bondad y la comprensión del otro…

No creo en el amor que te silencia… 

Creo en el Amor que fomenta la comunicación como la mejor vía para considerar y respetar, coincidir y construir, decidir y compartir…

No creo en el amor que se sacrifica.... 

Creo en el Amor que alcanza su plenitud y se comparte generosamente…

No creo en el amor que se aferra… 

Creo en el Amor que te deja en libertad para que regreses si así lo desea tu corazón…

No creo en el amor que te castiga y se desquita… 

Creo en el Amor que siempre te tiende su mano amiga, sin importar dónde o con quien hayas decidido estar después…

...


Desconozco el autor 





LA RUEDA DE LA VIDA


El libro de "La rueda de la vida" es una narración, autobiográfica, de la existencia de la doctora Elisabeth Kübler-Ross, que se dedicó en su totalidad a comprender a los enfermos terminales y al estudio de la muerte.
La autora refleja en las paginas de su libro, parte de sus pensamientos más profundos. 
Ella desde que era pequeña descubre cual es su misión, y está destinada a estudiar la vida y la muerte, y se decide por esta última para entender la importancia de la muerte y a través del sufrimiento intenta explicar la existencia humana.

Mucho fue lo que ella aprendió de esta experiencia: vio que los niños dejaban este mundo confiados y serenos; observó que algunos adultos partían, después de superar la negación y el miedo, sintiéndose liberados, mientras que otros se aferraban a la vida sólo porque aún les quedaba una tarea que concluir, pero todos hallaban consuelo en la expresión de sus sentimientos y en el amor incondicional de quienes les prestaban atención. 
No le quedaron dudas de que morir es tan natural como nacer y crecer, pero el materialismo de nuestra cultura ha convencido este último acto de desarrollo en algo aterrador. 
Cuando ella se sintió mas cercana a su propia muerte tras sesenta y dos años de vida dura e intensa, decidió escribir estas memorias para recordar junto a los lectores los pasos importantes que han marcado su trayectoria personal y profesional.

De ahí entonces la redacción de este magnifico libro que llamó "La rueda de la vida" un libro muy singular escrito por una mujer que no cree en los fantasmas de la muerte y si en el poder de un amor incondicional capaz de guiarnos cuando abandonemos la tierra en busca del hogar definitivo.

Es una historia impresionante donde se ve un incansable servicio que a lo largo de su vida ha prestado a miles de enfermos desahuciados. 
Recorre un camino difícil, buscando respuestas y ayudando a los moribundos a alcanzar la paz, pero este contacto constante con la muerte la obsesiona.
Más allá de las verdades científicas, su trabajo afirma la inmortalidad del alma y la vida eterna que alcanzan quienes mueren de forma serena. 
Para ella, la vida después de la muerte no es una sospecha ni un misterio, tal vez un secreto que pocos conocen. No le cabe la menor duda: fuera de este mundo hay una vida mejor, libre de preocupaciones y dolencias.

Ante todo es un libro que nos habla de que en lo más profundo, todos sabemos que hay alguien que estamos destinados a ser. Y podemos sentir cuándo nos vamos convirtiendo en ese alguien. También es verdad que sabemos cuando algo no encaja y que no somos la persona que estábamos destinados a ser.
Consciente o inconscientemente, todos buscamos respuestas, intentando aprender de las diferentes lecciones que nos da la vida.
De modo que la idea principal: ¿Es por qué esperar hasta el final para aprender las lecciones que podríamos aprender ahora?
La lección del miedo, de la culpa, la ira, del perdón, de la entrega, del tiempo, de la paciencia, del amor, de las relaciones, de la pérdida, del poder, de la autenticidad y de la felicidad.
No estamos solos sino mutuamente conectados, que el amor nos hace crecer, que nuestras relaciones nos enriquecen y que el amor es realmente lo único que podemos poseer, conservar y llevarnos con nosotros.

  • Nuestro cuerpo, que aprisiona nuestra alma al igual que el capullo de seda, encierra a la futura mariposa. 
  • Si se vive bien cada día, entonces no hay nada que temer. 
  • Lo único que a mi juicio sana, es el amor incondicional. 
  • No existen las casualidades en la vida. Las cosas que me ocurrieron tenían que ocurrir. 
  • Obstinadamente, yo habían hecho lo que me parecía correcto, y no lo que se esperaba que hiciera.
  • Todo el mundo sufre contratiempos en la vida. Cuanto más numerosos son más aprendemos y maduramos. 
  • La adversidad sólo nos hace más fuertes. 
  • Siempre me preguntan cómo es la muerte. Contesto que es maravillosa. Es lo más fácil que vamos a hacer jamás. 
  • La vida es ardua. La vida es una lucha. La vida es como ir a la escuela, donde recibimos muchas lecciones. Cuanto más aprendemos, más difíciles se ponen las lecciones. Cuando se aprende la lección, el dolor desaparece.
  • "Si cubriéramos los desfiladeros para protegerlos de los vendavales, jamás veríamos la belleza de sus formas".
  • Durante toda la vida se nos ofrecen pistas que nos recuerdan la dirección que debemos seguir. Si no prestamos atención, tomamos malas decisiones y acabamos con una vida desgraciada. Si ponemos atención aprendemos las lecciones y llevamos una vida plena y feliz, que incluye una buena muerte.
  • El mayor regalo que nos ha hecho Dios es el libre albedrío, que coloca sobre nuestros hombros la responsabilidad de adoptar las mejores resoluciones posibles.
  • Aprende a contactar con tu silencio interior y entérate de que todo el mundo tiene un motivo. No hay errores ni coincidencias. Todos los acontecimientos son bendiciones para que aprendamos.
  • Cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo limitado en la tierra -y que no tenemos manera de saber cuando nuestro tiempo se ha acabado-, es que entonces se comenzará a vivir cada día al máximo, como si fuera el único que tenemos.
  • Viendo una muerte pacífica de un ser humano nos hace recordar a una estrella fugaz, uno de un millón de luces en un vasto cielo que se enciende por un breve momento, sólo para desaparecer en la noche sin fin y para siempre.
  • No es el fin del cuerpo físico que nos debe preocupar. Más bien, nuestra preocupación debe ser para vivir mientras estamos vivos - para liberar nuestro ser interior a partir de la muerte espiritual que viene de vivir detrás de una fachada diseñada para ajustarse a las definiciones externas de quién y qué somos.
  • Tenemos que enseñar a la próxima generación de niños desde el primer día que ellos son responsables de sus vidas. Regalo más grande de la humanidad, también su mayor maldición, es que tenemos libre albedrío. Podemos hacer nuestras elecciones construido por amor o por miedo.
  • La última lección que todos nosotros tenemos que aprender es el amor incondicional, que incluye no sólo a los demás, sino a nosotros mismos.
  • Las personas son como manchas - ventanas de cristal. Ellos brillan y brillan cuando el sol está afuera, pero cuando la oscuridad se establece, su verdadera belleza se revela sólo si hay una luz desde dentro.


Este es el ultimo capítulo de "La rueda de la vida ". Una despedida, y un compendio de la sabiduría de una persona que vivió plenamente, y a través de su servicio a los demás descubrió que es realmente el amor.
Es un testamento vital de la autora. 
En múltiples conferencias transmite su mensaje con la credibilidad que da la palabra de una mujer de ciencia. Pero sobre todo, vivir sinceramente para morir plenamente.


SOBRE LA VIDA Y EL VIVIR.

Es muy típico de mí tener ya planeado lo que sucederá. De todas partes del mundo vendrán mis familiares y amigos, atravesarán en coche el desierto hasta llegar a un diminuto letrero blanco que, clavado en el camino de tierra, reza "Elisabeth", y continuarán su camino hasta detenerse ante el tipi indio y la bandera suiza que ondea en lo alto de mi casa de Scottsdale. Algunos estarán tristes, otros sabrán lo aliviada y feliz que estoy por fin. Comerán, contarán historias, reirán, llorarán, y en algún momento soltarán muchos globos llenos de helio que se parecerán a E.T. Lógicamente, yo estaré muerta. Pero ¿por qué no hacer una fiesta de despedida? ¿Por qué no celebrarlo? A mis setenta y un años puedo decir que he vivido de verdad. Después de comenzar como una "pizca de 900 gramos" que nadie esperaba que sobreviviera, me pasé la mayor parte de mi vida luchando contra las fuerzas, tamaño Goliat, de la ignorancia y el miedo. 

Cualquier persona que conozca mi trabajo sabe que creo que la muerte puede ser una de las experiencias más sublimes de la vida. Cualquiera que me conozca personalmente puede atestiguar con qué impaciencia he esperado la transición desde el dolor y las luchas de este mundo a una existencia de amor completo y avasallador.
No ha sido fácil esta postrera lección de paciencia. Durante los dos últimos años, y debido a una serie de embolias, he dependido totalmente de otras personas para mis necesidades más básicas.
Cada día lo paso esforzándome por pasar de la cama a una silla de ruedas para ir al cuarto de baño y volver nuevamente a la cama. Mi único deseo ha sido abandonar mi cuerpo, como una mariposa que se desprende de su capullo, y fundirme por fin con la gran luz. Mis guías me han reiterado la importancia de hacer del tiempo mi amigo. Sé que el día que acabe mi vida en esta forma, en este cuerpo, será el día en que haya aprendido este tipo de aceptación.
Lo único bueno de acercarme con tanta lentitud a la transición final de la vida es que tengo tiempo para dedicarme a la contemplación. Supongo que es apropiado que, después de haber asistido a tantos moribundos, disponga de tiempo para reflexionar sobre la muerte, ahora que la que tengo delante es la mía. Hay poesía en esto, un leve drama, parecido a una pausa en una obra de teatro policíaca cuando al acusado se le da la oportunidad de confesar. Afortunadamente, no tengo nada nuevo que confesar. La muerte me llegará como un cariñoso abrazo. Como vengo diciendo desde hace mucho tiempo, la vida en el cuerpo físico es un período muy corto de la existencia total.
Cuando hemos aprobado los exámenes de lo que vinimos a aprender a la Tierra, se nos permite graduarnos. Se nos permite desprendernos del cuerpo, que aprisiona nuestra alma como el capullo envuelve a la futura mariposa, y cuando llega el momento oportuno podemos abandonarlo.
Entonces estaremos libres de dolores, de temores y de preocupaciones, tan libres como una hermosa mariposa, que vuelve a su casa, a Dios, que es un lugar donde jamás estamos solos, donde continuamos creciendo espiritualmente, cantando y bailando, donde estamos con nuestros seres queridos y rodeados por un amor que es imposible imaginar.
Por fortuna, he llegado a un nivel en el que ya no tengo que volver a aprender más lecciones, pero lamentablemente no me siento a gusto con el mundo del que me marcho por última vez. Todo el planeta está en dificultades. Ésta es una época muy confusa de la historia. Se ha maltratado a la Tierra durante demasiado tiempo sin pensar para nada en las consecuencias. La humanidad ha hecho estragos en el abundante jardín de Dios. Las armas, la ambición, el materialismo, la destrucción, se han convertido en el catecismo de la vida, en el mantra de generaciones cuyas meditaciones sobre el sentido de la vida se han desencaminado peligrosamente.
Creo que la Tierra castigará muy pronto estas fechorías. Debido a lo que la humanidad ha hecho, habrá terribles terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas y otros desastres naturales jamás vistos. Debido a lo que la humanidad ha olvidado, habrá muchísimo sufrimiento. Lo sé. Mis guías me han dicho que hay que esperar cataclismos y convulsiones de proporciones bíblicas. ¿De qué otro modo puede despertar la gente? ¿Qué otra manera hay de enseñar a respetar la naturaleza
y la necesidad de espiritualidad?
Como mis ojos han visto el futuro siento una gran compasión por las personas que quedan aquí. No hay que tener miedo; no hay ningún motivo para tenerlo si recordamos que la muerte no existe. En lugar de tener miedo, conozcámonos a nosotros mismos y consideremos la vida un desafío en el cual las decisiones más difíciles son las que más nos exigen, las que nos harán actuar con rectitud y nos aportarán las fuerzas y el conocimiento de El, el Ser Supremo. 

El mejor regalo que nos ha hecho Dios es el libre albedrío, la libertad. 
Las casualidades no existen; todo lo que nos ocurre en la vida ocurre por un motivo positivo. Si cubriéramos los desfiladeros para protegerlos de los vendavales, jamás veríamos la belleza de sus formas.

Cuando estoy en la transición de este mundo al otro, sé que el cielo o el infierno están determinados por la forma como vivimos la vida en el presente. La única finalidad de la vida es crecer. La lección última es aprender a amar y a ser amados incondicionalmente. En la Tierra hay millones de personas que se están muriendo de hambre; hay millones de personas que no tienen un techo para cobijarse; hay millones de enfermos; hay millones de personas que sufren maltratos y abusos; hay millones que padecen discapacidades. Cada día hay una persona más que clama pidiendo comprensión y compasión. Escuche esas llamadas, óigalas como si fueran una hermosa música. Le aseguro que las mayores satisfacciones en la vida provienen de abrir el corazón a las personas necesitadas. La mayor felicidad consiste en ayudar a los demás.
Realmente creo que mi verdad es una verdad universal que está por encima de cualquier religión, situación económica, raza o color, y que la compartimos todos en la experiencia normal de la vida.

Todas las personas procedemos de la misma fuente y regresamos a esa misma fuente.
Todos hemos de aprender a amar y a ser amados incondicionalmente.
Todas las penurias que se sufren en la vida, todas las tribulaciones y pesadillas, todas las cosas que podríamos considerar castigos de Dios, son en realidad regalos. Son la oportunidad para crecer, que es la única finalidad de la vida.
No se puede sanar al mundo sin sanarse primero a sí mismo.
Si estamos dispuestos para las experiencias espirituales y no tenemos miedo, las tendremos, sin necesidad de un gurú o un maestro que nos diga cómo hacerlo.
Cuando nacimos de la fuente a la que yo llamo Dios, fuimos dotados de una faceta de la divinidad; eso es lo que nos da el conocimiento de nuestra inmortalidad.
Debemos vivir hasta morir.
Nadie muere solo. Todos somos amados con un amor que trasciende la comprensión.
Todos somos bendecidos y guiados. Es importante que hagamos solamente aquello que nos gusta hacer. Podemos ser pobres, podemos pasar hambre, podemos vivir en una casa destartalada, pero vamos a vivir plenamente. Y al final de nuestros días vamos a bendecir nuestra vida porque hemos hecho lo que vinimos a hacer.
La lección más difícil de aprender es el amor incondicional.
Morir no es algo que haya que temer; puede ser la experiencia más maravillosa de la vida. Todo depende de cómo hemos vivido.
La muerte es sólo una transición de esta vida a otra existencia en la cual ya no hay dolor ni angustias.
Todo es soportable cuando hay amor.
Mi deseo es que usted trate de dar más amor a más personas.
Lo único que vive eternamente es el amor.



REFLEXIÓN DE IKER JIMÉNEZ "EL AMOR"


Hacen falta en estos momentos historias que nos cuenten que el amor es capaz de sanar, capaz de curar y que es un impulso enorme. Nos han hecho creer que hablar del amor es algo ñoño y que no sirve para nada. Está muy desprestigiado. En un mundo donde el materialismo, lo práctico y lo objetivo cobra toda la dimensión del éxito. El amor, que es tan sutil, ¿cómo se mide? Estamos acostumbrándonos a que eso importe poco. El amor se queda en una cosa para locos, para poetas, hasta que de pronto una historia como esta nos golpea. Nos demuestra que lo que creemos que ha perdido fuerza, es lo más importante. Suena raro porque es como obvio decir que el amor en todos los niveles es lo más importante que hay. Cuando es entre padres e hijos, nos deja un poco KO. El amor de un padre o de una madre genera milagros médicos.

Pero también estoy seguro de que hay padres que no harían ese esfuerzo. Cada uno tiene sus valores. Y por desgracia, esta sociedad está haciendo que haya una confusión de valores. ¿Hasta qué punto el amor y el afecto curan? Intuyo que el amor y el afecto no pueden ser lo mismo que el desafecto. Luego nos enteramos que muchos enfermos que creemos terminales, escuchan perfectamente a sus seres queridos. Y saben que están ahí y saben sus palabras. Esto significa que el amor profundo es muy importante y no sé de qué forma nos lo hacen olvidar. En muchos medios está de moda que el amor es una basura. Eres como tonto si amas, tienes que hacer otras cosas más productivas.

Recordado la película 'El aceite de Lorenzo'. Aquellos padres fuera de sí porque el diagnóstico médico era irreparable. Le daban a su hijo por una extraña enfermedad dos años de vida. El amor hacia su hijo les hace estudiar a esos padres y terminan sabiendo más que cualquier especialista mundial en esa enfermedad rara. Inventan un aceite que hace que su hijo en vez de vivir dos años viva treinta. Heroico, ¿no? Hay personas que se mueven por el amor incondicional, sin esperar nada a cambio. Es un gran misterio el del amor. Capaz de resolver historias físicas y capaz de sanar lo incurable. Sabemos por muchos médicos la gran variación que hay entre el enfermo desamparado y el que tiene amor.

Historia como esta nos reconcilia con el amor. Porque hay gente que quiere que nos olvidemos de él. Dejan de importar las cosas de verdad, que siempre han sido importantes para el ser humano. Espero que, recordando esta historia, pensemos que esa fuerza mágica que estamos olvidando depende de ustedes cómo se emplee. Quizá todavía haya un hueco para la esperanza. ¡Yo creo que sí!


Reflexión de Iker Jiménez en el programa "Cuarto Milenio"