Una nueva visión del Ser Humano desde el paradigma de la Física Cuántica.
Estamos en un momento histórico muy interesante donde conviven dos explicaciones del universo y sus leyes: la Mecánica clásica de Newton y la Mecánica Cuántica. Asistimos a un cambio de paradigma.
Antes del descubrimiento de América, en Occidente, la ciencia de la época creía que la tierra era plana y que no se movía. Esta visión del mundo era la aceptada desde todos los estamentos sociales, religiosos y políticos. Cuando avanzan las investigaciones científicas, los viejos modelos de explicación del universo y todo cuanto hay en él, o sea, los paradigmas, cambian y con ellos nos abrimos a nuevas posibilidades.
En el S. XX, se modificó de forma radical el panorama de la física. Dos hallazgos, la teoría de la relatividad y la física atómica, cuestionaron la concepción Newtoniana del mundo: el espacio y el tiempo absoluto, el ideal de una descripción objetiva de la naturaleza, la existencia de partículas sólidas elementales y el origen causal de los fenómenos físicos.
Vivimos en un extraño universo donde conviven diferentes niveles de la realidad. Dependiendo de la escala y el tamaño, cambian las leyes por las que ésta se rige. Si nos movemos con unidades de un tamaño considerable, podemos explicar lo que sucede desde el punto de vista de la mecánica clásica: elementos separados con posibilidades concretas y definidas. Pero cuando consideramos el nivel de la realidad subatómica, las leyes cambian y necesitamos el nuevo paradigma de la mecánica cuántica para explicar lo que está sucediendo.
La física cuántica es el nuevo conjunto de explicaciones de cómo funciona este universo de energía en el que estamos inmersos. Cada día usamos tecnología que no podría existir si el mundo fuese un lugar de materia “sólida”, de posibilidades limitadas: hablamos por móviles que carecen de cables y emiten y reciben información de voz, imágenes y datos; en la caja del supermercado un aparato “lee” un código y aparece reflejado el producto, la marca, el precio, etc.; miles de personas en todo el mundo son operadas de distintas dolencias usando el rayo láser: luz que entra en el cuerpo…
Hoy la física nos informa que la trama básica de la naturaleza está en el plano cuántico, mucho más allá de los átomos y de las moléculas. Es decir, los átomos se componen de partículas y estas partículas no están hechas de materia sólida. Son modelos dinámicos que continuamente cambian de uno a otro en una constante danza energética. Existe un campo unificado de infinitas posibilidades donde los electrones pueden comportarse como ondas o partículas, estar en varios lugares al mismo tiempo y permanecer conectados a pesar de encontrarse a enormes distancias.
El Universo entero es un campo de infinitas posibilidades, una trama sutil de pautas energéticas inseparables donde no somos partes separadas de un todo, somos el todo.
El paradigma científico que explica la realidad del mundo y del ser humano, condiciona nuestra manera de percibirnos a nosotros mismos, nuestras relaciones con otros seres y con el planeta que habitamos. Desde el antiguo paradigma se nos ofreció una concepción del hombre como resultado de errores genéticos que nos han hecho evolucionar; se nos explicó que estábamos separados y que lo que pensáramos quedaba guardado entre los huesos del cráneo, sin afectar a nuestra salud y, mucho menos a la realidad exterior.
¿Cuál es la repercusión a nivel práctico de las aportaciones de la física cuántica para la evolución de los seres humanos? La realidad que observamos no existe como algo independiente de la mente. Con nuestra percepción estamos creando esa realidad. MENTE Y MATERIA ESTÁN UNIDAS. Esto significa que, entrenando a nuestra mente, podemos enriquecer y desplegar nuestras capacidades intelectivas y emocionales, mejorando la calidad de nuestra vida.
Los viejos hábitos de pensamiento producen una química que nos condiciona a reaccionar: enfados desproporcionados, miedos que nos paralizan, etc.
Pero es posible aprender a transformarlos cambiando nuestras rutinas y promoviendo así nuevas redes neuronales con nuevas respuestas químicas- emocionales.
Gracias a las neuronas espejo, es posible imitar la excelencia de otros seres humanos en aspectos que deseamos desarrollar: por ejemplo, imitar la felicidad, la serenidad o el éxito. Esta es una práctica habitual en el deporte de élite, que todos podemos incorporar.
Somos capaces de potenciar nuestro sistema inmunológico modulando la producción de la bioquímica emocional para contribuir al mantenimiento de nuestra salud o su recuperación.
Tenemos la posibilidad de entrenar nuestra mente, a través de la meditación, y usar la visualización holográfica para manifestar lo que deseamos en nuestra vida. Este es nuestro potencial: SOMOS CO-CREADORES CON EL UNIVERSO.
Hoy la ciencia explica que estamos conectados en los niveles más profundos, que todo lo que pensamos ejerce una influencia inmediata de bienestar o malestar en nosotros, porque los pensamientos se comunican a través de mensajeros químicos con todas nuestras células y que, además, nuestra forma de pensar contribuye a crear las experiencias que tenemos en nuestra existencia.
Hoy sabemos que lo que hacemos influye sobre el planeta como ser vivo y que es imprescindible cuidar los recursos que tenemos y promover un desarrollo sostenible, porque el deterioro de un lugar de la Tierra afecta a toda su existencia y a cada uno de nosotros. Esta nueva perspectiva nos hace ser conscientes de nuestro poder y de nuestra responsabilidad como co-creadores de nuestra vida y del Universo.
El DESARROLLO PERSONAL CUÁNTICO se encuadra en esta nueva visión del mundo y del ser humano. Es un sistema pedagógico holístico, es decir, para todos los aspectos del ser humano tomados en su conjunto: cuerpo-mente-emociones-energía. Utiliza los conocimientos de la física cuántica y de la neurociencia aplicados al campo del desarrollo personal. Aunar la sabiduría milenaria con los métodos más avanzados para expandir el conocimiento, el despliegue del infinito potencial y el desarrollo de la excelencia, promoviendo nuevos modos de SER y HABITAR en el planeta en el siglo XXI.
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