BIOGRAFÍA DE: GABRIELA MISTRAL


Gabriela Mistral: (Seudónimo literario de Lucilia Godoy; Vicuña, Chile, 1889 - Nueva York, 1957) Poetisa y educadora chilena. 
Hija del maestro de escuela Juan Jerónimo Godoy y de la modista Petronila Alcayaga, de ascendencia vasca. A los diez días sus padres se la llevaron a La Unión (Pisco Elqui), pero su "amado pueblo", como ella misma decía, era Montegrande, donde vivió de los tres a los nueve años, y donde pidió que le dieran sepultura.

Su infancia transcurre entre las aldeas de La Unión y Montegrande, a donde se traslada con su madre después de ser abandonada definitivamente por su esposo en 1892.

Gabriela Mistral lo quiso y siempre lo defendió. Ella escribió que «revolviendo papeles», encontró unos versos suyos, «muy bonitos». «Esos versos de mi padre, los primeros que leí, despertaron mi pasión poética» 

Esta mujer de naturaleza enfermiza pero recia voluntad supo encontrar desde muy temprano en la poesía la forma de trocar en canto su sufrimiento y su dolor. 

Las canciones campesinas, el ambiente bucólico de una humilde casa rural situada en el valle de Elqui. Son influencias durante esos tempranos años en los que descubre la naturaleza genésica con la que se identifica: montañas, ríos, frondosos árboles, frutas, pájaros y flores de colores fantásticos que rondarán su mundo poético. 
Educada por su hermanastra, Emelina Molina Alcayaga, 15 años mayor que ella quien supo orientar su formación pedagógica y alimentar con su ejemplo la vocación docente de Gabriela. Unida a la de su abuela Isabel Villanueva, quien le transmitió el conocimiento de la Biblia, serán las imágenes familiares más influyentes en la vida de la poeta y aparecerán más tarde unidas en un único e indisoluble recuerdos.

En este proceso de formación autodidacta resultará igualmente fundamental el contacto con el periodista Bernardo Ossandón, quien le permite acceder libremente a su magnífica biblioteca y conocer la poesía de Federico Mistral, los novelistas rusos y la prosa de Montaigne, y le brinda su orientación y su apoyo hasta el momento en que Gabriela publica en el periódico 'El Coquimbosus' primeros artículos y sus primeros versos, con el nombre de Lucila Godoy.

A los 15 años se enamoró platónicamente de Alfredo Videla Pineda, hombre rico y hermoso, más de 20 años mayor que ella, con el que se carteó durante casi año y medio. Después conoció a Romelio Ureta, un funcionario de ferrocarriles. Este sacó un dinero de la caja del ferrocarril donde trabajaba con el fin de ayudar a un amigo; como no lo pudo devolver, Ureta se suicidó. 

Más tarde -a raíz de su triunfo en los Juegos Florales con Sonetos de la muerte, versos que relacionaron con el suicida- nació el mito, que tuvo amplia difusión, del gran amor entre ambos.

Desde entonces utilizó el seudónimo literario Gabriela Mistral en casi todos sus escritos, en homenaje a dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele D'Annunzio y el francés Frédéric Mistral.
En el año 1917 Julio Molina Núñez y Juan Agustín Araya publican una de las más importantes antologías poéticas de Chile, Selva Lírica, donde Lucila Godoy aparece ya como una de las grandes poetisas chilenas. Esta publicación es una de las últimas en que utiliza su nombre verdadero.

A los 16 años decide seguir la carrera de maestra, para lo que solicita su ingreso en la Escuela Normal de La Serena; pero es rechazada porque sus ideas, que habían aparecido reflejadas en algunos artículos periodísticos, son consideradas ateas y contraproducentes para la actividad de una maestra destinada a formar niños. Gabriela reclama entonces sus derechos y hace suya la voz de las mujeres de Chile al publicar en 'La voz de Elqui' su artículo «La instrucción de la mujer», en el que exige que todas las mujeres tengan derecho a la educación, y con el cual consigue su nombramiento.

A partir de este momento emprende su tarea de maestra, que la lleva en pocos años del valle de Elqui a la región sureña de la Araucanía y de allí a las montañas que rodean la ciudad de Santiago en un viaje que le permite captar en toda su diversidad la naturaleza de su verde país e identificarse con la entrega y el servicio a los humildes a través de su vocación docente.

En 1904 comienza a trabajar como profesora ayudante en la Escuela de la Compañía Baja en La Serena y empieza a mandar colaboraciones al diario serenense 'El Coquimbo'. Al año siguiente continúa escribiendo en él y en 'La Voz de Elqui', de Vicuña.

Gabriela Mistral se dio a conocer en los Juegos Florales de Chile en 1914 con el libro de poemas "Los sonetos de la muerte". Estos sonetos fueron incorporados en 1922 a una colección más amplia de sus versos realizada por el Instituto Hispánico de Nueva York bajo el título de "Desolación".

Ese mismo año dejó Chile para trasladarse a México, a petición del gobierno de este país, con el fin de que colaborara en la reforma de la educación iniciada por Vasconcelos.

En México, Gabriela Mistral fundó la escuela que lleva su nombre y colaboró en la organización de varias bibliotecas públicas, además de componer poemas para niños (Rondas de niños, 1923) por encargo del ministro de Instrucción Pública mexicano, y textos didácticos como (Lecturas para mujeres, 1924).

Terminada su estancia en México, viajó a Europa y a Estados Unidos, y en 1926 fue nombrada secretaria del Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de Naciones. Paralelamente, fue redactora de una revista de Bogotá, 'El Tiempo' (sus artículos fueron recogidos póstumamente en "Recados contando a Chile", en 1957), representó a Chile en un congreso universitario en Madrid y pronunció en Estados Unidos una serie de conferencias sobre el desarrollo cultural estadounidense (1930). En 1945 Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura.




La poesía de Gabriela Mistral

De tendencia modernista en sus inicios, su poesía derivó hacia un estilo personal, con un lenguaje coloquial y simple, de gran musicalidad, y un simbolismo que conecta con una imaginería de tradición folclórica. En sus obras expresó temas como el sufrimiento o la maternidad frustrada, así como inquietudes religiosas y sociales que responden a su ideología cristiana y socialista.

La obra de Mistral, en efecto, pasó por distintas etapas relacionadas con la temática y el estilo literario. En un primer momento, con la publicación de "Desolación", existe un fuerte predominio del sentimiento sobre el pensamiento a la vez que una cercanía muy estrecha con lo religioso. En este libro aborda el tema del amor desde su propia experiencia trágica: la muerte de su amante.
En otra de sus producciones, (Ternura, 1924), la poetisa realiza una fusión de cuerpo y alma a través de la maternidad. Existe una pérdida real en el adulto: la infancia, que es restituida, en parte, a través del lenguaje. Este libro, dedicado a su madre y hermanastra, está dividido en siete secciones: "Canciones de Cuna", "Rondas", "La Desviadora", "Jugarretas", "Cuenta-Mundo", "Casi Escolares" y "Cuento". Muchos de sus poemas -relacionados con niños- quedaron recogidos en sus poemarios "Desolación" y "Lectura para Mujeres".

En 1938 apareció "Tala", en la que está presente la cosmovisión dolorosa de "Desolación". En 1954 apareció en Chile su siguiente colección de poemas, "Lagar". Con anterioridad, habían aparecido dos antologías suyas, una en 1941 y otra en 1950, titulada "Pequeña Antología". En esta obra estarían presentes todas las muertes, las tristezas, las pérdidas y el sentimiento de su propio fin. Éste fue el último texto que publicó en vida.

De aquí en adelante se publicarían muchos más textos recopilatorios de las poesías de la Mistral. Algunos de ellos son: (Antología 1957), (Recados: contando a Chile 1957), (Los Motivos de San Francisco, 1965), (Poema de Chile, 1967), (Cartas de Amor de Gabriela Mistral, 1978) y (Gabriela Mistral en el Repertorio Americano, 1978), entre otros muchos. 




Gabriela Mistral es un ejemplo de perseverancia y superación para todas las mujeres, ya que ella les abrió puertas culturales y políticas a las mujeres en su tiempo. Su vida nos dice que la vida está llena de pruebas, dolores, tristezas y sufrimientos, pero depende de cómo nosotros los afrontemos es que vamos a aprender de ellos y poder ser mejores cada día.



ALGUNAS POESÍAS DE GABRIELA MISTRAL

"ADIÓS"

En costa lejana 
y en mar de Pasión, 
dijimos adioses 
sin decir adiós. 
Y no fue verdad 
la alucinación. 
Ni tú la creíste 
ni la creo yo, 
«y es cierto y no es cierto» 
como en la canción. 
Que yendo hacia el Sur 
diciendo iba yo: 
«Vamos hacia el mar 
que devora al Sol». 
Y yendo hacia el Norte 
decía tu voz: 
«Vamos a ver juntos 
donde se hace el Sol». 
Ni por juego digas 
o exageración 
que nos separaron 
tierra y mar, que son 
ella, sueño y el 
alucinación. 
No te digas solo 
ni pida tu voz 
albergue para uno 
al albergador. 
Echarás la sombra 
que siempre se echó, 
morderás la duna 
con paso de dos... 
Para que ninguno, 
ni hombre ni dios, 
nos llame partidos 
como luna y sol; 
para que ni roca 
ni viento errador, 
ni río con vado 
ni árbol sombreador, 
aprendan y digan 
mentira o error 
del Sur y del Norte, 
del uno y del dos 

 

"Ausencia"

Se va de ti mi cuerpo gota a gota. 
Se va mi cara en un óleo sordo; 
se van mis manos en azogue suelto; 
se van mis pies en dos tiempos de polvo. 

¡Se te va todo, se nos va todo! 

Se va mi voz, que te hacía campana 
cerrada a cuanto no somos nosotros. 
Se van mis gestos, que se devanaban, 
en lanzaderas, delante tus ojos. 
Y se te va la mirada que entrega, 
cuando te mira, el enebro y el olmo. 

Me voy de ti con tus mismos alientos: 
como humedad de tu cuerpo evaporo. 
Me voy de ti con vigilia y con sueño, 
y en tu recuerdo más fiel ya me borro. 
Y en tu memoria me vuelvo como esos 
que no nacieron ni en llanos ni en sotos. 

Sangre sería y me fuese en las palmas 
de tu labor y en tu boca de mosto. 
Tu entraña fuese y sería quemada 
en marchas tuyas que nunca más oigo, 
¡y en tu pasión que retumba en la noche, 
como demencia de mares solos! 

¡Se nos va todo, se nos va todo! 

 

"Desvelada"

Como soy reina y fui mendiga, ahora 
vivo en puro temblor de que me dejes, 
y te pregunto, pálida, a cada hora: 
«¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!» 

Quisiera hacer las marchas sonriendo 
y confiando ahora que has venido; 
pero hasta en el dormir estoy temiendo 
y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?» 


"El amor que calla"

Si yo te odiara, mi odio te daría 
en las palabras, rotundo y seguro; 
¡pero te amo y mi amor no se confía 
a este hablar de los hombres tan oscuro! 

Tú lo quisieras vuelto un alarido, 
y viene de tan hondo que ha deshecho 
su quemante raudal, desfallecido, 
antes de la garganta, antes del pecho. 




Estoy lo mismo que estanque colmado 


y te parezco un surtidor inerte. 


¡Todo por mi callar atribulado 


que es más atroz que entrar en la muerte!





Riqueza


Tengo la dicha fiel
Y la dicha perdida:
La una como rosa,
La otra como espina.
De lo que me robaron
No fui desposeída:
Tengo la dicha fiel
Y la dicha perdida,
Y estoy rica de púrpura
Y de melancolía.
¡Ay, qué amante es la rosa
Y qué amada la espina!
Como el doble contorno
De dos frutas mellizas,
Tengo la dicha fiel
Y la dicha perdida...



ALGUNAS DE SUS FRASES

*Te espero sin plazo ni tiempo. No temas noche, neblina ni aguacero. Acude con sendero o sin sendero. Llámame a donde tú eres, alma mía, y marcha recto hacia mí, compañero.


*La experiencia es un billete de lotería comprado después del sorteo.

*El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices.

*En vano se echa la red ante los ojos de los que tienen alas.

*¡Ay, qué amante es la rosa y qué amada la espina!


*Felices los que eligen, los que aceptan ser elegidos.

*Decir amistad es decir entendimiento cabal, confianza rápida y larga memoria; es decir, fidelidad.

*Vuélveme tu suspiro, y subiré y bajaré de tu pecho, me enredaré en tu corazón, saldré al aire para volver a entrar. Y estaré en este juego toda la vida.


*Los tiempos felices en la humanidad son las páginas vacías de la historia.

*La educación es, tal vez, la forma más alta de buscar a Dios.

*El mundo cambia en un instante y nacemos en un día.

*El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde.

*La biblia es para mí el libro. No veo como puede alguien vivir sin ella.

*No hay arte ateo. Aunque no ames al creador, lo afirmarás creando a su semejanza.

*Hay sonrisas que no son de felicidad, sino una manera de llorar con bondad.

*Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino.

*Tengo un día. Si lo sé aprovechar, tengo un tesoro.

*Creo en mi corazón, el que yo exprimo para teñir el lienzo de la vida...

*Creo en mi corazón, siempre pero nunca vaciado.

*El mundo fue más hermoso desde que me hiciste aliada, cuando junto de un espino nos quedamos sin palabras ¡y el amor como el espino nos traspasó de fragancia!

*Recordar un buen momento es sentirse feliz de nuevo.

*Escóndeme que el mundo no me adivine. Escóndeme como el tronco su resina, y que yo te perfume en la sombra, como la gota de goma, y que te suavice con ella, y los demás no sepan de dónde viene tu dulzura.

*Te llamas Rosa y yo Esperanza, pero tu nombre olvidarás, porque seremos una danza en la colina y nada más.

*Hay besos que en los labios dejan huellas como un campo de sol entre dos hielos.

*Yo te miro, yo te miro sin cansarme de mirar y que lindo niño veo a tus ojos asomar.

*Existe la inmensa alegría de vivir y de ser justos, pero ante todo existe la inmensa alegría de servir

*En costa lejana y en mar de Pasión, dijimos adioses sin decir adiós

*La guerra es para distraernos de lo bueno

*Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria

*El mismo verso cantaremos, al mismo paso bailarás. Como una espiga ondularemos, como una espiga, y nada más

*Doña Primavera de aliento fecundo, se ríe de todas las penas del mundo

*Tener patria es un regalo al que tarde en tarde hay que corresponder

*Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy

*Los días más felices son aquellos que nos hacen sabios

*Lo que el alma hace por su cuerpo es lo que el artista hace por su pueblo

*Las cosas de la vida siguen su rumbo pero no te dejes llevar por su destino

*Tu entraña fuese y sería quemada en marchas tuyas que nunca más oigo, ¡y en tu pasión que retumba en la noche, como demencia de mares solos!

*Creo en mi corazón, ramo de aromas que mi Señor como una fronda agita, perfumando de amor toda la vida y haciéndola bendita

*Hay países que yo recuerdo como recuerdo mis infancias. Son países de mar o río, de pastales, de vegas y aguas

*Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo hasta al dormir. No resbales de mi brazo: ¡duérmete apegado a mí!

*Nosotros somos culpables de muchos errores y muchas faltas, pero nuestro peor crimen es el abandono de los niños negándoles la fuente de la vida


GABRIELA MISTRAL


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