MADRE:



Siempre en nuestros corazones te recordaremos 
con alegría y con infinita ternura. 
Se que fuiste feliz a nuestro lado 
y nos entregaste de ti lo más apreciado. 
Tu cariño, tu dedicación y entrega. 
La vida te dio un hermoso regalo 
de un esposo bueno y de tres hijos. 
Regocijada de lo que habías sembrado.
Con cinco nietos que a la vez eran hijos, 
por la forma en que los mirabas,
ellos también a ti te adoraban.
Para nosotros no te has ido, has quedado sellada 
en cada célula de nuestra existencia.
En nuestros pensamientos y sentimientos. 
Esta saga no hubiese existido pues todos venimos de ti, 
de esa unión que un día se produjo; 
y yo como hija agradezco mi existencia. 


Tu vida no fue en vano, ha sido hermosa, 
caracterizada por el amor, entrega, fe, paciencia, 
resignación y de un lindo corazón lleno de dulzura.
MADRE, hermosa y tierna; tu espíritu se queda impregnado
en todo los que aquí has dejado.
Esos rayitos de luz te mandan con esperanza, 
felicidad en tu nueva estancia.
Que desde aquí no olvides 
que seguiremos amándote.


Inés Estela López 


No hay comentarios:

Publicar un comentario