COMO GANAR AMIGOS E INFLUIR EN LOS DEMÁS (3ª PARTE)


21- DRAMATIZA TUS IDEAS

Si queremos ser persuasivos, muchas veces no basta con decir una verdad ni con apelar a la razón. Hay que hacer nuestro mensaje vívido y dramático, como los anuncios publicitarios, para captar la atención y las emociones de nuestro interlocutor.


22- CUANDO NINGUNA OTRA COSA TE DÉ RESULTADO, LANZA UN DESAFÍO


Se trata de estimular en la otra persona su deseo de superarse. Por ejemplo, puedes decirle "¿vas a ser un cobarde ahora, tú que siempre has sido tan valiente?" y, a continuación, puedes enumerar comportamientos suyos que demuestran la actitud positiva que quieres promover en él.

Ten en cuenta que lo que más gusta a las personas que triunfan es la oportunidad de expresarse, de demostrar lo que valen, de destacar, de satisfacer su deseo de sobresalir, y de sentirse importantes.


23- SI TIENES QUE PEDIR A OTRO QUE CAMBIE EN ALGO...


Cuando intentes que otra persona cambien en algo, conviene que sigas estas pautas:



  •   Empieza con algún halago. Igual que el barbero enjabona la cara antes de afeitar, conviene que tu comiences con elogios y con una honrada apreciación de las buenas cualidades del otro.
  • Llama indirectamente la atención sobre sus errores. Por ejemplo: ante un escrito demasiado literario, puedes decirle "sería excelente para publicarlo". O si tu empleado no hace bien una tarea, puedes hacerla tú delante de él para que se dé cuenta.
  • Si tienes que corregir a alguien, no le digas nunca "es horrible", dile "es mejorable".
  • Llama primero la atención sobre tus propios errores. Por ejemplo, puedes decirle "yo he cometido tantos errores que me cuesta decírtelo, pero ¿no crees que sería mejor hacer esto de tal manera...?" (No es tan difícil escuchar tus defectos si quien los enumera empieza admitiendo los suyos). Si lo olvidas, cuando el otro responda molesto, enumera entonces sus virtudes y tus déficits (en comparación con él). Habla de tus propios errores antes de señalar los de tu interlocutor. 
  • A nadie le agrada recibir ordenes. En lugar de eso haz preguntas, por ejemplo, ¿no sería mejor hacer que...? ¿quizás sería mejor si cambiamos...?
  • Deja que el otro salve su prestigio. No hieras su autoestima. Comprende su actitud. Busca detenidamente lo que haya de positivo, de justo y de cierto en cada persona y elógialo y destácalo.
Cuando queremos cambiar el comportamiento es mejor elogiar en vez de censurar, de esa manera está más receptivo y se siente que aunque falle se le está reconociendo sus demás cualidades. 

Elogia hasta la menor mejora; eso hará que el otro quiera seguir mejorando. Si llegas a ayudar, a aquellos con quienes estés en contacto, a que se den cuenta de las valiosas cualidades que poseen, conseguirás transformarlos.

En comparación a lo que deberíamos ser, sólo estamos despiertos a medias; sólo usamos una parte muy pequeña de nuestros recursos físicos y mentales. En general, el ser humano vive así muy dentro de los límites que él mismo se crea. Posee muchos poderes que habitualmente no usa.

Uno de esos poderes, que tú posees y no usas bastante es el de la "magia" del elogio. Elogia hasta el menor progreso y elogia todos los progresos. Sé caluroso en tu aprobación y abundante en el elogio. Esto tiene que ver con las "profecías autocumplidas". Si atribuyes al otro una buena reputación, eso facilitará que él tienda a adaptarse a ese rol. Shakespeare dijo "si no tienes una virtud asúmela, actúa como si la tuvieses". Lo mismo ocurre en nuestras relaciones con los demás "afirma abiertamente que la otra persona tiene aquella virtud que quieres desarrollar en ella y, muchas veces, le verás hacer esfuerzos prodigiosos para no desmentirlo". Por ejemplo, si una chica muy fea encuentra un enamorado que la ve guapa y se lo expresa así, ella puede empezar a cuidarse más, hasta llegar a verse realmente con mucho mejor aspecto.


24- HAZ QUE LOS DEFECTOS PAREZCAN FÁCILES DE CORREGIR

Por ejemplo: un hombre que bailaba muy mal decidió aprender. Su primera profesora le dijo "lo hacer fatal, tienes que olvidar lo que sabes y aprender de nuevo". Como era de esperar, este hombre dejó el baile. En cambio, si otra profesora le dice "en lo fundamental bailas bien y puedes aprender a hacerlo mejor; tienes un sentido natural del ritmo, eres un bailarín nato, etc.", es fácil que este hombre piense "se que no soy un buen bailarín pero, en el fondo, me gusta pensar que quizás la profesora tenía razón". Sabe que la profesora puede hablarle así por agradarle y por ganar dinero, pero ¿por qué recordarlo? Y, de este modo, puede aprender a bailar mucho mejor, porque su profesora le ha dado confianza en sí mismo, y así le hace desear aprender.

Hay que hacer que las cosas parezcan fáciles de hacer. Dar a entender al otro que tenemos fe en su capacidad para hacerlas, porque así lo motivaremos para practicar constantemente a fin de superarse.


25- PROCURA QUE LOS DEMÁS SE SIENTAN FELICES AL HACER LO QUE TU QUIERES

Un mecánico cuidaba noche y día el buen funcionamiento de una gran cantidad de máquinas. No hacía más que quejarse de que su horario era excesivo, que había demasiado trabajo, que necesitaba un ayudante... Le pusieron una oficina privada con su nombre en la puerta, y con el letrero "Gerente del Departamento de Servicio". Desde ese momento dejó de protestar y hacía gustoso su trabajo sintiéndose muy bien. Tenía mayor dignidad y sentido de su importancia. ¿Te parece infantil? Lo mismo dijeron de Napoleón cuando creó su Legión de Honor y distribuyó 1500 cruces y ascendió a 18 de sus generales a "Mariscales de Francia" y llamó a sus tropas el "Gran ejército". Lo criticaron por darles "juguetes" y él respondió "los hombres son manejados por los juguetes". Veamos otro ejemplo, cuando los niños tienden a hacer algo peligros o indebido en el recreo de un colegio, si su profesor nombra cuidadores a los más "gamberros" éstos evitarán que los otros incumplan las normas (de paso que ellos mismo se afanan en cumplirlas). Pero, si el profesor intenta que hagan eso mismo, con ruegos o amenazas, es mucho más difícil que lo consiga.

*Se llama profecía autocumplida a la tendencia a que las emociones y conductas de una persona tiendan a adecuarse a lo que él mismo o los demás esperan de él. 


26- RELACIONES DE PAREJA

No regañar. Regañando no harás cambiar al otro; sólo producirás odio, resentimiento, y alejamiento. No hay que inmiscuirse en los modos particulares de ser feliz del otro, siempre que esos modos no pretendan inmiscuirse con violencia en los tuyos.

El buen éxito en la relación de pareja no consiste solo en encontrar la persona adecuada. Es necesario también ser la persona debida. 

No trates de cambiar la forma de ser de tu cónyuge. No le critiques. Alimenta su autoestima demostrándole aprecio y devoción. Pon atención en los pequeños detalles. Lo trivial entra en el fondo de casi todos los casos de infelicidad matrimonial. La actitud más conveniente es pensar "sólo viviré este momento una vez. Por tanto, todo el bien que pueda hacer, todo lo positivo que pueda aportar a esta persona, ha de ser ahora. No he de diferirlo ni descuidarlo, porque nunca volverá a repetir esta circunstancia".

La grosería es la enfermedad que acaba con el cariño, pero solemos ser más corteses con los extraños que con los nuestros. Sólo a los miembros de nuestra familia, que son las personas más cercanas e importantes para nosotros, se nos ocurre insultarlas por sus defectos triviales. Las únicas personas que suelen decirnos cosas mezquinas, insultantes, e hirientes son las de nuestras casas. La cortesía es "la cualidad que pasa por alto la verja rota y llama la atención hacia las flores que crecen dentro" y es tan importante para una relación de pareja como el aceite para un motor. Muchos hombres que no pensarían siquiera en hablar con brusquedad a un cliente, o a un compañero de trabajo, suelen gritar a sus esposas; aunque para su felicidad personal, el matrimonio es mucho más importante que su negocio. El hombre común que es feliz en su matrimonio, lo es mucho más que el genio que vive en soledad. 

Sé cortés. En la pareja (y en casi todas las relaciones interpersonales), no queda sitio para la espontaneidad. Es terreno para la diplomacia.


(3ª PARTE) "COMO GANAR AMIGOS E INFLUIR EN LOS DEMÁS" POR: ELIA ROCA 


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