GENTE TÓXICA


Todo nos hemos encontrado en algún momento de nuestra vida con personas problemáticas.
¿Quién no se ha encontrado con un manipulador que quería que hiciera todo lo que él disponía, o con un psicópata que se había predispuesto a hacer la vida imposible; con un jefe autoritario, con un amigo envidioso que celaba lo que otro obtenía o con un vecino chismoso que controlaba a que hora salía y entraba y con quien lo hacía?

Más allá del dolor que nos generaron estas personas, las preguntas de quienes alguna vez tuvimos que convivir con ellas son:
¿Qué hago...?
¿Cómo pongo límites sin lastimar ni lastimarme a mi mismo?
¿Cómo puedo lograr que esta “gente tóxica”  no entre en mi círculo afectivo íntimo?


Muchas veces permitimos entrar en nuestro círculo más íntimo a los chismosos, a los envidiosos, a gente autoritaria, a los psicópatas, a los orgullosos, a los mediocres..., a personas equivocadas que permanentemente evalúan lo que decimos y lo que hacemos, o lo que no decimos o no hacemos.

Se trata de “personas tóxicas” que potencian nuestras debilidades, nos llenan de cargas y de frustraciones. Ellas, saben todo lo que pasa en el ojo ajeno, pero se olvidan de ver lo que tienen en el propio. ¡No permitas que nadie tome el control de tu vida ni boicotee tus sueños!


Conéctate con la gente correcta, confía en ti. ¡Estás capacitado para hacerlo!
Si tienes claro tus propósitos y tus sueños podrás tener el control de tus emociones y de decidir a quienes quieres elegir para que te acompañen. El problema surge cuando decidimos quién nos acompañará mucho antes de tener claro a donde queremos llegar.

El propósito de tu vida es tuyo y sólo a ti te pertenece diseñarlo. La solución está en ti. Desafíate cada día a más, a mucho más.

Habrá personas que darán valor a tus sueños. Otros menospreciarán todo lo que te propongas. No des crédito a ninguna de aquellas palabras o sugerencias que provengan de las personas tóxicas. 



El que no se alegra de tu avance o de tus sueños que diga lo que quiera; tú prosigue hacía la meta, no te amarres a quienes no se alegran con tus éxitos. 
No admitas la opinión de la "gente tóxica", sé libre de las criticas y serás libre de cada una de sus palabras y de sus acciones.

No idealices. No esperes nada de nadie. Libérate de culpas falsas y ajenas. Es tiempo de proponernos cada uno en lo suyo, ser excelentes, no nos conformemos con menos.
Cambiar es sencillo, es solo una decisión que está a tu alcance.

Aprendamos a negociar, pero no perdamos nuestros derechos, pues nos pertenecen.
Vivimos inmerso en una sociedad, somo seres sociales y, por lo tanto, necesitamos aprender a relacionarnos de forma saludable. Convivir es dificil pero se puede.

Del libro  "Gente tóxica" De: Bernardo Stamateas 



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