LA RESILIENCIA


La Resiliencia, es un concepto que fue usado primariamente en relación a los metales. Se dice que es la capacidad de un metal determinado de resistir y ser flexible a determinadas pruebas que se experimentan con él, a los fines de comprobar la calidad del mismo y de recobrar su estado original.
           
“La Resiliencia humana es esa fuerza impulsora interior que se posee; la capacidad innata con la que se cuenta para poder tolerar las adversidades de la vida; de poder transformarlas en desafíos, en nuevas oportunidades para fortalecerse”.
 
“Las personas ‘resilientes’ son seres comprometidos consigo mismo, que se permiten el ‘control’ de las circunstancias y, sobre todo, estar ‘abiertos’ aceptando los cambios, ya que interpretan las experiencias como parte esencial de la vida y de su propia existencia".


- ¿Cómo podemos desarrollar esa capacidad de Resiliencia?
- ¿Cómo podemos descubrir nuestra fortaleza interior, para avanzar sobre las adversidades?
 
La respuesta está en iniciar el camino del “Auto-Conocimiento”. Esto sucederá, paulatinamente, a medida que vayamos conociendo nuestras propias virtudes o fortalezas, reconociendo nuestras debilidades, fomentando talentos y logrando expresarlos.

“Esencialmente es empezar a valorarnos y reconocernos valiosos; es perdonarnos los errores y empezar a verlos como aprendizajes; es estimular la creatividad que se lleva dentro; es atesorar las relaciones con los demás, como un espejo de lo que sentimos; es permitirse dejar fluir los sentimientos sin coartarlos y abrirse a la comunicación del corazón, que nunca se equivoca”.
 
“Es aprender a pedir 'ayuda' y extender esa ayuda hacia los demás, como una cadena de amor que se construye y progresa. Es reírse de las adversidades. Ridiculizar el temor a no poder resolverlas. El humor es, finalmente, una actitud de pensamiento positivo, es base o columna donde se establece la 'Resiliencia' (o la propia capacidad de superar los obstáculos que pudieran presentarse en la vida)".
 
La capacidad de Resiliencia esta ligada a la interacción que se tiene con el entorno, ya que  de esta manera se posibilita su desarrollo. Mientras mejor sea la relación con los demás, mientras el amor se exprese y nuestro corazón haga apertura a la sensibilidad, habrá mayor comprensión, apoyo y respeto que fortalecerán esa facultad de superación de circunstancias adversas, mejorando la "habilidad de respuesta" o de "responshabilidad".

Las adversidades nos ponen a prueba en muchas ocasiones, sintiendo que hemos llegado a tocar fondo; quizás sin esperanzas. Muchas veces, el dolor nos ha hecho tomar consciencia para poder superarnos o levantarnos de las caídas.
La condición positiva ante la vida, reduce las posibilidades de "riesgos" ante las adversidades. Considerando todas las manifestaciones de afecto, físicas y verbales, como un punto de partida para cambiar; acercándonos más a nuestro propio corazón. 
Descubramos nuestros talentos y habilidades naturales y potenciémosla. Pensemos en positivo y desarrollemos nuestra espiritualidad, más cuando sintamos que las esperanzas se diluyen.


*Hagamos conexiones con nuestro entorno.
*Evitemos ver las circunstancias como problemas insuperables.
*Aceptemos que el cambio es parte de la vida.
*Fomentemos nuestras metas.
*Tomemos acciones decisivas.
*Busquemos oportunidades para el “auto-descubrimiento”.
*Cultivemos una visión positiva. “Cada uno de si mismo”.
*Mantengamos las cosas en perspectiva. “Tratemos de visualizar lo que queremos, en lugar de preocuparnos por lo que tememos”.
*Conectemos siempre con nuestros sentimientos y pensamientos.
“Las prácticas de meditación ayudan a construir conexiones y restaurar la esperanza”.

La clave está en identicar las formas que pueden funcionar bien para cada uno como parte de estrategia personal para deesarrollar la resiliencia.


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