LO EFÍMERO DEL TIEMPO


Es una certeza extraña porque la queremos olvidar, soslayar, reducir a la nada pero las campanadas la recuerdan, los viejos amigos como sombras, los muebles rotos, las paredes desvaídas y las patas de gallina que nos circundan el corazón. 
Es el empecinamiento de la vida en darnos las lecciones referidas al tiempo y la primera para una mujer es cuando nos dicen, se acabó tanta exhibición ya eres una mujer, y hay que guardar las formas. Es ahí, cuando apenas despuntamos, que la palabra tiempo cobra una fuerza insólita, eso si antes o durante o inmediatamente después no llega la amable muerte a llevarse a un ser querido ya viejo y nos explican: es que era anciano se le acabo el tiempo, o la vida es breve, ya se le acabo su cuota. 
Nos pueden decir lo mismo, palabras bonitas, que crudas, pero lo cierto es que hay una verdad. Nos lleva a reflexionar sobre la brevedad de todo, lo efímero que es ese señor llamado TIEMPO, es el dueño de nosotros de nuestros sueños y es el que va colocando los puntos finales en las clases que no da la señora VIDA. 

(Luisa Margarita García)



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