LA SUSTANCIA VOLÁTIL, FEROZ, INCOMPRENSIBLE


LA SUSTANCIA VOLÁTIL, FEROZ, INCOMPRENSIBLE

Están hechos de tiempo 
nuestra forma,
nuestros sentidos, cada uno
de los pasos con que extinguimos
las distancias.

De tiempo son todos los caminos
de un confín a otro,
nuestras miradas hacia atrás,
las esperanzas nuestras,
nuestras dudas.

Es de tiempo el latido de nuestro corazón,
el vaivén de nuestra sangre,
el campanilleo del silencio
en nuestras hondas noches.
Están hechas de tiempo nuestras nostalgias,
nuestras melancolías,
nuestras luchas y capitulaciones.

Somos de tiempo nosotros, y también cada cosa
de cuanto nos rodea:
la existencia es el tránsito forzoso
entre un pasado y un destino.
De tiempo es aun la muerte
(por eso es que podemos
advertir desde lejos su llegada).

Y el tiempo es un misterio.

Nos mentimos intentando conjurarlo,
atarlo a nuestros sueños;
almacenarlo en la memoria;
reducirlo al espacio de un álbum
o de un libro;
encadenarlo a un reloj,
a un almanaque,
ordenarlo en agendas inflexibles…
y el tiempo siempre escapa
para dejar de ser
siéndolo todo.

Somos de una sustancia volátil, feroz, incomprensible.
Somos una ilusión de lo que somos.

(Lo único que sabemos con certeza,
es que a todo cuanto existe, el tiempo
se le acaba).

DeCRISTIÁN (El gato)
(Derechos reservado por el autor)




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