YO SIEMPRE TE ESPERÉ


El tren hacia mucho rato que había partido.
Pero él seguía allí, sentado, esperando.
La sensación de que hoy por fin pasaría algo extraordinario
cada vez se hacia más patente, más próxima, más real.
Ya entrando la noche y la nevada cada vez más débil.
¿A que esperaba? se preguntó.
En fin, se dijo, volvería a casa a prepararse algo para cenar.
Y cuando fue a levantarse... entonces la vio, al final del anden.
Su viejo corazón empezó a latir con fuerza.
Por fin, después de tantos años ella había venido, 
la espera había valido la pena, 
tras tantos años de soledad al final su ilusión se cumplía. 
Y supo que la angustia que poseía se desvanecía.
Pero ni en los mas profundo de su ser podía llegar a imaginar...
Entornó los ojos, la luz de la estación no le permitían ver su cara,
pero interiormente algo dentro le decía que si, que era ella.
Pero... no, no podía ser.
La mujer que lentamente se acercaba a él era muy joven...¡no comprendía!
No, no era ella , no... Pero ... ¡¡se parecía tanto!!
Su vista le confundía, pero su corazón le indicaba todo lo contrario.
Al fin llegó hasta él y se sentó a su lado y se sintió desfallecer.
¡sí que lo era!. Tal y como él la recordaba 
cuando se separaron hacia ya trece largos años.
Era imposible que fuera la misma mujer.
Y le dio igual , que más daba, al final ha regresado y eso era lo importante.
¿Que tal estás? le dijo -Temía que no me esperaras ya.
Y posando su blanca y larga mano sobre la de él, le susurro al oído
¡Amor mío!... lo siento, pero te ha durado más la esperanza que la vida.
Y así, tomados de la mano desaparecieron en la noche.
Al día siguiente encontraron el cuerpo del pobre viejo, al lado del río,
inerte sobre la nieve y a su lado escrito ,estas palabras:

“YO SIEMPRE TE ESPERÉ”

(Desconozco su autor)


No hay comentarios:

Publicar un comentario