ESTRATEGIAS DE SUPERACIÓN

PENSAR EN POSITIVO

   Cuando fracasamos en algo desafortunadamente lo que solemos pensar es “soy un fracaso”. Pensar así. Significa que no tenemos posibilidades de cambiar porque se trata de un pensamiento al que le estamos dando un valor absoluto que nos impide encontrar otras alternativas. Es decir, yo soy un fracaso no tengo posibilidades de mejorar. Sin embargo, si pienso: “he fracasado en esto en concreto, debo pensar que hacer para que la próxima vez me salga de otra forma”, no estaré poniendo en entredicho mi valor como persona a nivel general, sino el resultado de una acción determinada, que no me ha salido como yo habría querido. Así lo que estamos haciendo es un cambio de pensamiento o sustitución de un pensamiento por otro.


PROCURAR TENER PLANES ALTERNATIVOS

   La frustración llega como resultado de un objetivo o deseo no cumplido. A menudo concentramos demasiada energía y esfuerzo en una sola meta, sin ser conscientes de que puede que esa meta no se cumpla. Así pues, debemos contar con planes alternativos para disminuir el riesgo de frustración.


ORDENA TUS TAREAS POR PRIORIDADES

   A menudo confundimos deseos con objetivos sin darnos cuenta de que los deseos pueden no ser realistas, no cumplirse por definición. Así pues, debemos marcarnos metas que podamos realizar. Además, también es recomendable ordenar esos objetivos que nos propongamos según el nivel de importancia que le atribuyamos a cada tarea.


TRANSFORMAR TU MANERA DE PENSAR

   En lugar de comenzar nuestros pensamientos con un “debería...” o “tengo que...” comenzar con un “me gustaría...” Este cambio nos generará un menor nivel de exigencia.

                 Y POR ÚLTIMO... “NO PIENSES... ¡SIMPLEMENTE, EMPIEZA!”