VICTIMISMO PATOLÓGICO



Es la tendencia de culpar a otros del mal que padecen. 
Buscan la compasión para obtener algún beneficio o llamar la atención de los demás. 

Las personas victimistas son las que van de mártires por la vida, sin que sus quejas correspondan con la realidad. 

Utilizan con frecuencia expresiones como: “nadie me quiere”, “siempre me sucede a mí”, “qué mala suerte tengo”, “no hay derecho”, “otra vez igual”, “me siento tan triste, que me da lo mismo vivir”, “la vida no tiene sentido para mi”, “todos me dan de lado”, “la ilusión que tenía por la vida me la han quitado”, etc. 

Piensan que conspiran contra ellos y esperan que los demás le den siempre la razón. 

Se auto-compadecen, no asumen responsabilidades y reclaman de los demás una atención que puede llegar a agotar.

Procuran llamar la atención. Buscan protagonismo y quieren ser el centro de atención, transmitiendo pena y forzando la compasión de los demás, a través de lamentos y quejas. 

Al victimista le gusta mostrarse como una persona a quien le suceden muchas desgracias e injusticias. 

Normalmente deforma la realidad. Exagera lo negativo. Cualquier circunstancia que les suceden lo tergiversa, lo exagera hasta el punto de que en la mayoría de las ocasiones disfraza la verdad y llegan a perder la perspectiva real de las consecuencias de ese acontecimiento o hecho.

Suelen pensar mal de los demás. Con frecuencia consideran que están confabulando contra su persona. Cualquier mínima ofensa la exagera para mostrar que se siente discriminado con el fin de demostrar que están en su contra. 

Desean sentirse protegidos por quienes les rodean. Para lograrlo se muestran débiles y desamparados, haciéndoles sentir mal si no consiguen su apoyo y protección.
Se puede convertir en un lastre para aquellas personas que tienen que soportar constantemente sus lamentos y desgracias.


Hacen del sufrimiento su forma de vida, hasta el punto de que llegan a convertirse en víctimas de sí mismos.

Buscan dar pena, suscitar compasión y que todos reconozcan que es una persona perseguida por la mala suerte, tanto en el amor como en el trabajo, con la familia o los amigos. 

Suelen atacar y criticar a quienes no les dan la razón o no son cómo ellos quieren que sean. 


Algunas personas adoptan con frecuencia la actitud de victimista como medio para lograr algo de alguien. A través de su actitud sufridora y lastimera, el victimista consigue sensibilizar a la otra persona y conseguir de ella lo que se propone. Sacan provecho de esta actitud, llegando a convertirse en grandes manipuladores.

Ante una discusión o crítica, adquiere una actitud defensiva pues considera que la intención de su adversario es ir más allá de una simple discusión o desacuerdo. Considera que le está atacando y que van en su contra.

Normalmente no saben asumir las críticas, se ofenden y se enojan ante los demás y sólo ven mala intención, en quienes tratan de hacerle una corrección.

Ante un fracaso suelen justificar su actitud y culpar a quien les rodean de sus propios errores. Adoptan el papel de víctima no reconociendo su parte de culpa y reclamando justicia como si fuesen los que han sufrido las consecuencias de esa equivocación o error. Rechazan cualquier autocrítica y no asumen ninguna responsabilidad.

Cuando no logran alcanzar sus objetivos, se desesperan, se lamentan y se quejan enormemente. En lugar de luchar por cambiar las cosas, se regocijan y exhiben sus desgracias, detallando a todos sus desdichas. 


(Para mi es un estado muy fuerte que no soporto, pues estas personas le es más fácil ser de esta manera que tomar las riendas de su vida. 
Manipulan, tergiversan la verdad y también la realidad a su propia conveniencia. Llegan a ser una verdadera tortura. 
Te hacen sentir mal y muchas de las veces te hacen sentir impotente y confuso. Anulan tu criterio y por su puesto haces que seas su salvador/a.)

¿A quién no le ha tocado vivir con una persona de estas caracteristicas? 


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